El rector José Narro resalta sus aportes
Lunes 29 de septiembre de 2014, p. 42
En lo que va del siglo XXI han egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) más de 300 mil jóvenes. Lo que ha hecho esta institución por el país ha sido extraordinario. En todas las profesiones, en todos los campos del saber, en la ciencia, en las humanidades, ha aportado una enorme cantidad de recursos humanos, presentes en todos los rincones de la patria
, aseguró el rector de la casa de estudios, José Narro Robles.
En el contexto de una reunión con alrededor de mil ex alumnos de 61 generaciones de la Facultad de Química, desde la de 1942 a la 2012, el rector aseveró que es una de las grandes, una de las mejores facultades por sus productos de investigación, patentes, recursos humanos formados y vinculación con las empresas.
En un comunicado, la UNAM informó que se trató del primer Magno Desayuno de Egresados de la Facultad de Química, organizado por el patronato de esa entidad académica “con el objetivo de vincular, de manera más estrecha, a esos profesionales con su alma mater, con miras a festejar el primer centenario de esa instancia universitaria”.
Narro Robles afirmó que la facultad, su comunidad y egresados merecen tener mejores condiciones. Sumemos recursos, esfuerzos, invitemos a otros colegas a ayudar. Si somos capaces de convocar la generosidad de muchos, vamos a multiplicar nuestras posibilidades, y esa es la tarea
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Por su parte, el director de la Facultad de Química, Jorge Vázquez Ramos, resaltó que en 2015 se cumplirán 50 años de que la facultad adquirió ese carácter, y en 2016 el centenario de su fundación, y para celebrar se espera concretar cinco grandes proyectos: la construcción del edificio Mario Molina para la vinculación con la industria; renovación y ampliación del equipo de alta especialización de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y a la Industria; edificación de la sede de la facultad en Mérida, Yucatán; creación de cátedras con investigadores y profesionales de gran prestigio, y la reconstrucción del edificio Río de la Loza, en Tacuba, donde se impartirá la maestría en alta dirección.