Los cuadros e instalaciones de María Ángeles Chávez (DF, 1965) retan al espectador mediante enigmas e inquietudes.

Con el título La Venus de la Physis, la pintora muestra en la Fundación Sebastián su trabajo de los recientes dos años y medio, lapso que marca su tránsito de la abstracción a la figuración.

Se trata de 20 cuadros, realizados al óleo o con técnica mixta, tres instalaciones, una pieza de gráfica digital iluminada en ocho secciones y Nacimos solos, tinta sobre papel de 12 partes.

Con dos décadas de quehacer pictórico, Chávez se desconoció con su actual producción.

“Fue a propósito y ese es mi gozo. Es la oportunidad de no pertenecer ni deberle nada a nadie. Hice lo que el arte me ha dado: libertad.

Decidí justamente borrar un poco el estilo cultivado hasta el momento. Quienes más o menos me ubican saben que hacía cuadros abstractos, esgrafiados, manchas, escurridos, fuertes, en que los soportes eran de madera, símbolo del árbol y a su vez de la materia.

Sin embargo, Chávez ya se desbordaba en sus abstracciones. El resultado son las tres series expuestas en La Venus de la Physis (término griego que significa naturaleza).

En su tránsito hacia la figuración, la artista abrió su temática.

Al respecto, señala: Durante años mi obsesión era hablar de tomar conciencia de la depredación de los recursos naturales.

En realidad cree que su temática no ha cambiando y que, al leer entre líneas, sigo diciendo lo mismo.

Concepto y semántica

Las tres vías que ha tomado el trabajo de María Ángeles Chávez son la serie venida de la mitología, la de naturaleza que es la Physis, y la de las Venus. Todas se tocan entre sí.

En muchos de sus cuadros aparecen esculturas griegas, como clara muestra de que mi propio arte se alimenta del arte.

Y prosigue: “Cada vez siento más necesidad de ahondar e investigar. Últimamente he hecho meditaciones internas en las que me da la impresión de que si antes con mi trabajo quería hacer conciencia en los demás, hoy ya no.

“Estoy en el proceso de pasar a otra etapa de mi vida, quizá por la edad, en la que considero que si mediante mi propia meditación personal, al transformarme interiormente, quizá con fortuna pueda transmitirlo.

“No quiero cambiar a nadie. Cuando uno trabaja en la pintura, permanentemente reflexiona sobre el concepto y la semántica.

Ahorita lo único que me resta es ver qué sucede con el tiempo y cuáles serán los resultados. Aunque haya variantes, sí me voy a mantener en este intento de que siempre mi trabajo entre líneas o líneas directas siga en la misma constancia. Hablar de una conciencia para estar mejor en este contacto con nuestro entorno, que nosotros somos esencia de la naturaleza.

Respecto de la instalación Caminos paralelos, integrada por 70 figuras de pies de madera, Chávez explica que su padre, fallecido hace una década, era ortopedista. De niña estuvo en contacto continuo con personas inválidas. Hace poco se topó con el conjunto de pies de madera que tenían 20 años guardados.

“Hoy recordaba que de niña cómo gozaba dibujando, cómo me gustaba la poesía y que a veces no me agradaba lo que sucedía en la realidad. Llegué a la conclusión de que cuando pude elegir por primera vez, decidí pintar a los 13 años.

“Advertí que la pintura conjugaba la alquimia, la magia, las emociones, que el arte es una cura para la realidad, porque como decía Picasso, ‘el arte es una mentira que nos hace ver la verdad’.”

En un escrito que Chávez preparó para la inauguración de la muestra, señala: “Seguramente es cierto que si hubiesen más hombres con pinceles que fusiles en las manos, la historia de la humanidad quizá sería mejor. De lo que sí podemos estar seguros es que hay un encuentro sensible entre ‘ese’ que pasa un tiempo de vida creando el cuadro, para después encontrarse con quien lo mira”.

Aunque incursione en otros medios, la entrevistada no piensa dejar la pintura, práctica prehistórica en que cree profundamente.

Siente que la pintura vuelve a sentarse, a recobrar sentido y fuerza dentro de un medio que la acepta, la toma y le abre las puertas.

La Venus de la Physis concluirá exhibición el 14 de noviembre en la Fundación Sebastián (avenida Patriotismo 304, colonia San Pedro de los Pinos).