Transcurrieron casi dos siglos para que la ópera de Joseph Haydn (1732-1809), Filemón y Baucis, entrenada en 1773, pudiera ser recuperada. Ello ocurrió en 1971, cuando un grupo de especialistas concluyó su edición musicológica, y un par de años más adelante fue escenificada.

Casi 45 años después de ese rescate, la obra será presentada este domingo en la ciudad de Guanajuato, en la edición 42 Festival Internacional Cervantino (FIC), en lo que constituye su estreno en México y –hasta donde se tiene noticia– el continente americano.

El montaje ha sido posible gracias al propio festival, que lo encomendó como uno de los actos estelares de su programación dedicada al público infantil, en colaboración con la Compañía Baúl Teatro, el Estudio Ópera Bellas Artes, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) y el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.

Se trata de una de las dos óperas para títeres que se conservan del compositor austriaco (Die Feuersbrunst o Das abgebrannte Haus es la otra) y está basada en un mito de origen griego, retomado de forma posterior por la cultura romana y que Ovidio incluye en su Metamorfosis.

La puesta de esta obra –también podrá ser vista en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, el sábado 25 de octubre– se apega a sus valores originales, en los aspectos escénico y musical.

Las únicas adecuaciones que se hicieron fue en los aspectos técnicos de las marionetas y la versión reducida y al español que en los diálogos, indica César Tavera, codirector de Baúl Teatro, quien la describe como una obra vigente.

Creemos que esta propuesta del siglo XVIII es muy válida en nuestros días, porque habla de valores que, en parte, se han perdido, pero sabemos que pueden recuperarse. Su tesis fundamental es que la bondad y la honestidad no quedan sin recompensa, agrega el creador escénico en entrevista.

Es una ópera de contenido moral, mas no didáctica. Se inserta muy bien en la realidad del mundo actual y las circunstancias que vive nuestro país. ¿Y cómo no queremos perder valores en México si de la educación oficial se han ido eliminado asignaturas como filosofía, ética y civismo. Ahora todo tiene que ser rápido y fácil sin pensar a dónde llegan y afectan nuestras acciones a los demás.

Partitura singular

Con alrededor de una hora de duración, Filemón y Baucis cuenta la historia de cómo una humilde pareja de ancianos, sin proponérselo, gracias a su hospitalidad y bondad, salva a la humanidad de ser destruida por Zeus.

Este dios y su hijo Hermes habían bajado a la Tierra decepcionados por la maldad humana y a comprobar si era posible encontrar algo de esperanza entre los mortales, lo que a la postre sucede.

El mito dice que los dioses van a destruir el mundo por tanta maldad y corrupción, y ahora estamos en esa misma situación. Sin embargo, creemos en la esperanza y en que a la larga lograremos cambiar las cosas. Por fortuna en México y el resto del mundo hay muchas personas honestas y bondadosas que ayudarán a cambiar la mentalidad, indica César Tavera.

El creador escénico precisa que desconoce qué tipo de títeres fueron usados cuando se estrenó la obra de Haydn, aunque estima que seguramente eran de hilo, muy en boga en ese entonces.

Por cuestiones técnicas, asegura, debieron prescindir de ellos en esta puesta y emplear en su lugar títeres manejados en mesa, que son una variante del bunraku japonés, además de títeres planos o bidimensionales iluminados con luz y teatro de sombras.

En lo que respecta la parte musical, el director de orquesta José Luis Castillo, quien se encargará de la parte concertadora al frente de la OCBA, destaca la singularidad de esta partitura de Haydn.

Comenta que en ella el compositor evidencia una voluntad muy definida para hacer una obra redonda, unitaria. Es decir, no es la musicalización de imágenes teatrales, pero tampoco la personificación de imágenes musicales.

Resalta, asimismo, que el autor retoma en ésta algunas de sus otras obras, como parte de la Sinfonía 50, a la cual coloca antes de la obertura para referirse a la cosmogonía de los dioses, y también hace lo propio con algunos colegas en boga en la Austria de esa época, como Carlos de Ordóñez.

Las funciones de Filemón y Baucis, en el Festival Internacional Cervantino, serán en el Auditorio de Minas, el domingo a las 12 y 17 horas, además del lunes a las 12 horas; luego en el Palacio de Bellas Artes, el 25 de octubre, a las 19 horas.