Lunes 20 de octubre de 2014, p. 29
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) dijo que si hasta el momento no se aprecia un efecto positivo en la economía por el gasto público, que según las autoridades se está ejerciendo en tiempo y forma
, es debido a un entorno de ineficiencia, a una excesiva burocracia, gestión ineficiente, falta de proyectos nacionales y locales, y hasta corrupción
.
En su análisis semanal el organismo sostuvo que lo anterior genera un ambiente de preocupación, debido a que si es cierto que los recursos públicos ya se ejercen y son proyectos en ejecución, entonces no se explica porqué no hay señales de un mejor desempeño de la actividad económica.
Si bien es cierto que existe un rezago natural entre cuando se ejerce el gasto público y cuando se observa su efecto en la economía, tal parece que en esta ocasión dicho rezago supera considerablemente el observado en años anteriores
, criticó.
Falta inversión
De acuerdo con el organismo la falta de impulso en inversión en infraestructura se puede convertir en un aislamiento de los mercados, que deja al país fuera de la competencia y de la posibilidad de incrementar su crecimiento.
Puntualizó que después de anunciarse el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012 se ha percibido un mejor panorama en la materia, toda vez que los recursos para inversión comienzan a fluir en mayor cantidad, y al cierre de 2009 la inversión física del sector público registraba un crecimiento anual de 39.5 por ciento en términos reales.
Observó que nuevos desequilibrios de la economía mundial llevaron a México a una rápida desaceleración, afectando los recursos dirigidos a la inversión.
A ello se sumó el cambio de administración, que retrasó la actividad del sector público, con lo cual el gasto en inversión física del sector público moderó significativamente su avance.
Según el Ceesp, con el anuncio del Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018, los recursos destinados a la inversión física volvieron a tomar fuerza, de tal manera que en los primeros ocho meses del año hubo un ritmo de crecimiento anual de 26.5 por ciento en términos reales.
Sin embargo, pese a dicho dinamismo, hasta el momento no se percibe algún efecto en el crecimiento de la economía
.
Abundó que incluso si se compara la dinámica del gasto en inversión física con indicadores que tienen relación directa con su evolución, se aprecia que no hay indicio de un mejor desempeño en materia de infraestructura.