Es una zona lacustre, advierten especialistas de la UNAM
Martes 28 de octubre de 2014, p. 33
Los terrenos de Texcoco, en los límites con el Distrito Federal, donde se planea construir el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México, tienen riesgos de hundimiento y agrietamiento, pues es una zona lacustre. Ello debe ser contemplado por los constructores, con el fin de evitar problemas futuros, señalaron académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Agregaron que si esa situación es prevista y se da mantenimiento constante, no habrá problemas para la operación de la nueva terminal aérea.
Ese aeropuerto, que se ubicará en el antiguo lago de Texcoco, contará con seis pistas y tendrá capacidad para movilizar 120 millones de pasajeros al año. Tendrá un costo de 120 mil millones de pesos, abarcará casi 4 mil 500 hectáreas y se estima que la primera etapa comenzará en 2020.
De acuerdo con el estudio de impacto ambiental para esta obra, se trata de la zona con mayor hundimiento anual en el área conurbada de la ciudad de México, con un promedio de 21 a 30 centímetros.
Por ello, el método constructivo contempla los efectos que sobre su infraestructura puede tener ese fenómeno.
El documento establece que la sobrexplotación de acuíferos en el valle de México ha creado una amplia zona de hundimientos. Éstos varían de cinco centímetros al año en el centro de la ciudad a 30 en la zona de Chalco. Y la región donde se prevé asentar la terminal aérea es de las más susceptibles a ese fenómeno.
Luis Esteva Maraboto, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, planteó que aun con las características del suelo blando y propenso a posibles hundimientos, al ser una zona lacustre, ese terreno es mejor opción que una zona con terreno firme pero más lejana.
El especialista dijo haber conversado con algunos expertos que estarán cerca del proyecto, quienes le han informado que los costos por mantenimiento serán menores en ese lugar: Son terrenos muy blandos y podrían causar problemas. Sin embargo, está previsto que conforme haya asentamientos disparejos se pueden hacer ajustes en la parte superior (del suelo), de tal manera que se eviten deformaciones en las pistas. Esto tendrá un costo de mantenimiento, pero los colegas me han dicho que es preferible tenerlos que hacer el aeropuerto en un terreno firme y más retirado, lo cual tendría un gasto excesivo para todas las personas por su uso diario
.
Marco Adrián Ortega, del Centro de Geociencias de la UNAM, con sede en Juriquilla, Querétaro, aseveró que si se tiene claro que la zona donde se prevé edificar el aeropuerto es riesgosa, los especialistas podrán solucionar los posibles problemas y la terminal aérea podría funcionar sin ningún contratiempo.