Omar Fierro González, ilustre politécnico de toda la vida, falleció a los 80 años de edad el pasado miércoles, por lo que la comunidad deportiva le rendirá un homenaje, en fecha por definir.

El llamado Poeta de los emparrillados fue una destacada figura en el futbol americano nacional con la más larga trayectoria en sus cinco años de elegibilidad, ya que inició su categoría mayor con los Burros Blancos en 1952 y la culminó en el Poli Guinda en 1965.

Comenzó en la categoría juvenil una temporada en 1950 con la provisional 1. Luego pasó a la intermedia (1952). En 1951 y 1952 en la escuadra de biológica y en el mismo 1952 subió a la mayor con Burros Blancos del Politécnico.

En esa temporada jugó su primer clásico IPN-UNAM, en la inauguración del estadio de CU, el 29 de noviembre, en el que se disputaba el campeonato nacional.

Fue un hecho memorable que presenciaron más de 100 mil aficionados, cuando el cupo del coso era para 73 mil. Hubo caos y portazo en ese choque en el que los Pumas derrotaron a los Burros Blancos con apretado 20-19.

Fierro no jugó en 1954, pero regresó en 1955 como lateral izquierdo, para ser campeón con el IPN y seleccionado, y en 1965 regresó a cerrar su elegibilidad con el Politécnico Guinda bajo el mando de Jacinto Licea.

El 20 de noviembre de ese año, en el juego por el título contra el tradicional rival, Pumas, Omar dio el campeonato al Poli Guinda 19-13. Esa victoria significó para Licea el tricampeonato.

Omar jugó su último encuentro ante San Diego Sabres con el jersey de la selección nacional que ganaron a los estadunidenses 28-6. También destacó en lanzamiento de disco, de bala y participó en tres versiones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.