Una ceremonia vistosa en el estadio Luis Pirata Fuente
Sábado 15 de noviembre de 2014, p. a39
Boca del Río, Ver.
Con mensajes de paz y una vistosa y alegre ceremonia fueron inaugurados los 22 Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, con la participación de 5 mil 162 deportistas de 31 países que competirán por las medallas a partir de este sábado y hasta el día 30.
El momento emotivo de la apertura llegó cuando la niña totonaca Aranza Méndez se presentó en el centro del estadio Luis Pirata Fuente y pidió un compromiso con la no violencia
, un mensaje escrito que se difundió entre los asistentes momentos antes de ingresar al inmueble.
Estos son los juegos de la verdad, de la amistad, de la esperanza. A nombre de México, de nuestro gran país que se abre al mundo a través de la riqueza más grande que tiene, su gente, Veracruz les da la más cálida bienvenida. Que el fuego que iluminará estos juegos sea el portador de un mensaje que enviamos al mundo: paz, hermandad y fortaleza
, dijo Javier Duarte de Ochoa, gobernador de la entidad.
Fue el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el encargado de hacer la declaratoria inaugural del certamen, y cuando mencionó que estaba en representación del presidente Enrique Peña Nieto, se escucharon abucheos y silbatinas entre los espectadores, que se silenciaron con estruendosas ovaciones.
Osorio Chong manifestó que por cuarta ocasión en la historia de esta justa centroamericana, México se siente orgulloso de albergar una cita deportiva de este tipo, por lo que dio la bienvenida a los países participantes.
Serán dos semanas de competencias, en las cuales los atletas darán muestra de talento, esfuerzo y disciplina
, dijo mientras el cielo se iluminaba con fuegos artificiales.
Una vez que la jarocha Yuri cantó el Himno Nacional, en el escenario se dio un recorrido virtual por las tradiciones de las culturas totonaca y olmeca, hecho sobre una reproducción de la pirámide de los Nichos en El Tajín, colocada en el centro. Desfilaron alrededor de 2 mil competidores, los cuales fueron encabezados por la mexicana Paola Longoria.
Como parte del homenaje a la cultura local, el grupo musical Los Cojolites se presentó al ritmo de La Bamba.
Otro momento significativo fue el encendido del pebetero que correspondió a la taekwon-doísta María del Rosario Espinoza, quien estuvo acompañada por la niña totonaca Aranza Méndez.
La doble medallista olímpica recibió la antorcha con el último relevo compuesto por Vanessa Zambotti, César Ramírez, Juan Carlos Alanís y Dolores Hernández.
Las miradas también se centraron con el rito de los llamados voladores de Papantla.
El júbilo explotó con la aparición del puertorriqueño Ricky Martin, quien interpretó un popurrí de sus éxitos, y con las notas del Huapango de Moncayo se dio por terminada la ceremonia entre una lluvia de fuegos pirotécnica.