Crece el desencuentro por una entrevista con el dirigente opositor Aleksei Navalny
Se trata de uno de los pocos medios cuya política editorial es independiente del Kremlin
Miércoles 19 de noviembre de 2014, p. 22
Moscú.
El conflicto entre el accionista principal, Gazprom Media –consorcio mediático perteneciente al monopolio estatal del gas– y la Redacción de la emisora Ejo Moskvy (Eco de Moscú), uno de los pocos medios que mantiene una política editorial independiente frente al Kremlin y da cabida en sus programas a las más variadas tendencias del espectro político, puede derivar esta semana en la destitución de Aleksei Venediktov, su fundador e invariable redactor jefe.
Gazprom Media con 66 por ciento de las acciones puede formalizar el cese de Venediktov, que tiene 18 por ciento y llega a 33 por ciento junto con el empresario emigrado Vladimir Guzinsky por medio de una empresa conjunta registrada en el exterior, pero para cambiar el estatuto de la Redacción, y por tanto la política editorial, requiere de 75 por ciento.
No es asunto decidido porque quitar a Venediktov, más allá de ser un duro golpe para él, no da derecho a Gazprom Media a nombrar nuevo redactor jefe, facultad exclusiva de los periodistas de Ejo, en cuyas manos está el 1 por ciento restante.
En este contexto, Mijail Lesin, presidente del consejo de administración de Gazprom Media se reunió este martes con Venediktov y los miembros de la Redacción y quedó claro, tras dos horas y media de fuerte discusión, que ninguna de las partes en conflicto tiene intención de dar marcha atrás y que el redactor jefe cuenta con el pleno respaldo de los periodistas.
En busca de una fórmula de compromiso, Lesin y Venediktov seguirán negociando a solas este miércoles, dos días antes de que los integrantes del consejo de administración de la emisora celebren una reunión extraordinaria para decidir qué hacer con el redactor jefe.
El desencuentro se agravó desde que Ejo difundió una extensa entrevista con el dirigente opositor Aleksei Navalny, quien se encuentra bajo arresto domiciliario, a pesar de que Lesin le pidió no hacerlo.
Venediktov, basándose en el estatuto de la Redacción que prohíbe a los accionistas entrometerse en la política editorial, sacó al aire la entrevista.
Poco después, Roskomnadzor, la agencia reguladora de medios de comunicación en Rusia, emitió una advertencia por escrito contra Ejo Moskvy –en caso de tener dos llamados de atención en el plazo de un mismo año procedería el cierre de la estación– por considerar que en un programa sobre Ucrania se divulgó información que justifica los crímenes de guerra
.
Venediktov presentó hoy en la corte del distrito Tagansky de Moscú una apelación contra esa advertencia, señalando que los abogados de Ejo no encontraron ningún delito en las palabras de los enviados de Los Angeles Times y del canal de televisión Dozhd, que al regresar a Moscú compartieron en vivo sus impresiones de los combates en torno del aeropuerto de Donietsk, en Ucrania.
Y por último vino la desafortunada ocurrencia del periodista Aleksandr Pliushev, que hace unos días publicó en su cuenta de Twitter –y lo reprodujo la página web de la emisora– una pregunta que indignó a Lesin y ordenó a Yekaterina Pavlova, gerente de Ejo, supeditada a Gazprom Media, despedir al periodista por violar todas las normas éticas y morales aceptables
, aunque el único facultado para ello, según el estatuto de la Redacción, es el redactor jefe.
En ocasión de la noticia sobre la muerte del hijo mayor de Serguei Ivanov, jefe de la oficina de la presidencia rusa, Aleksandr, que se ahogó estando de vacaciones en los Emiratos Árabes Unidos, Pliushev preguntó a sus lectores: ¿Cree usted que la muerte del hijo de Ivanov, que hace un tiempo atropelló mortalmente a una mujer mayor y se burló de su yerno en un juicio, es la confirmación de que Dios existe o que hay justicia divina?
Esto provocó un enfrentamiento directo entre Lesin y Venediktov. El primero insiste en que el redactor jefe despida al periodista, pero el segundo se niega y afirma que ya recibió un castigo suficiente al concederle dos meses de vacaciones sin goce de sueldo, después de que Pliushev asumió como un error haber publicado la pregunta y de disculparse ante el padre del fallecido.