Miércoles 19 de noviembre de 2014, p. 5
La llegada de Luis Raúl González Pérez a la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) marca la posibilidad de que el organismo tome un ‘‘rumbo diferente’’, pero el abogado deberá explicar de qué forma va a concretar sus propuestas, en vez de sólo enumerarlas, y tomar acciones rápidas, señalaron integrantes de distintas organizaciones no gubernamentales (ONG).
Édgar Cortez, del Instituto Mexicano de Derechos y Democracia, consideró que el que se designe a un nuevo ombudsman ‘‘abre la expectativa de que haya un cambio, un rumbo diferente’’ dentro de la institución, aunque ese periodo ‘‘va a ser muy corto, porque el país demanda acciones inmediatas y claras’’.
Con respecto al primer mensaje público del ex abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el activista dijo que no basta con mencionar cuáles van a ser sus líneas básicas de trabajo, sino que debe explicar de qué manera las va a cumplir, pues de lo contrario puede quedarse como ‘‘un discurso pertinente, pero inasible’’.
La prioridad de González Pérez, dijo, tiene que ser cumplir las necesidades de las víctimas y delinear una estrategia clara para ello, ‘‘saber cuál es su diagnóstico de la institución y a dónde la quiere llevar en los próximos cinco años. Es alguien que sabe de derechos humanos y tiene posibilidades de hacer un buen trabajo, pero eso lo va a construir con los resultados que obtenga’’.
A su vez, Perseo Quiroz, director ejecutivo de Amnistía Internacional México, saludó la llegada de González Pérez a la CNDH, por considerar que a este organismo ‘‘le hacía falta nueva sangre y dar realmente un viraje al trabajo que se estaba haciendo’’, pero enfatizó que lo más importante no son sus discursos iniciales, sino sus actos.
“Vamos a estar pendientes de los primeros resultados que dé. Su recomendación sobre el caso Iguala será una de las primeras muestras de voluntad y el momento de ver si coinciden sus palabras con sus acciones. También está ante la prueba de fuego de posicionarse frente a varios temas públicos y confirmar cuál será su equipo de trabajo’’, apuntó.
El nuevo ombudsman ‘‘asumió su responsabilidad en un contexto de degradación que ya conocía. No puede tener ningún periodo de gracia; en una crisis eso no existe. Sin duda es un reto muy importante el que tiene y el tiempo para empezar a cumplirlo es mínimo’’.