Haber logrado que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) haya decidido realizar un estudio sobre las condiciones de competencia en el sector agroalimentario del país representa el primer paso en la lucha para desarticular la enorme concentración que existe en este mercado, señalaron dirigentes de El Barzón.

En el mercado agroalimentario participan más de 5 millones de unidades de producción y poco más de 119 millones de consumidores, con un valor estimado de más de un billón de pesos anuales. En 2013, este sector representó en su conjunto 7.2 por ciento del PIB.

Además, este mercado resulta estratégico para el desarrollo de la economía nacional, pues en números representa un valor muy por encima de sectores que se ha decidido regular como el de la publicidad en televisión, y la telefonía fija y móvil, que apenas alcanzan 380 mil millones de pesos anuales.

La trascendencia de este acuerdo –tomado por el pleno de la Cofece el pasado 24 de octubre– radica en que por más de más 20 años el Estado mexicano ha cerrado los ojos ante los abusos en los mercados que rodean la producción y comercialización de alimentos básicos, dejando a los productores y consumidores mexicanos a merced de poderosos intereses económicos, señalaron Alfonso Ramírez Cuéllar y Uriel Vargas, dirigentes de El Barzón.

Luego de asegurar que esta decisión representa un triunfo de la organización, destacaron que desde hace tiempo se ha denunciado la enorme concentración que inicia con los insumos para la producción, donde empresas como Pioneer y subsidiarias de Monsanto y Syngenta tienen el control de 90 por ciento de la semilla mejorada del país.

Igual situación priva con los fertilizantes y agroquímicos, inaccesibles para los pequeños y medianos productores, y cuya importación la concentran las empresas Dupont, Bayer y Cheminova, entre otras.

En la etapa de almacenamiento las empresas Almer y Armex, que cuentan con la línea de crédito gubernamental, son los principales consorcios que acopian y especulan con los productos básicos, mientras que el “coyotaje y especulación” continúan con las grandes firmas como Maseca y Minsa, en maíz; Bachoco y San Juan, en sorgo; Verde Valle y El Alazán, en frijol.

Todos ellos, muchas veces en contubernio con las cadenas de supermercado como Walmart y Soriana. Lo mismo sucede con la concentración de leche a través de Lala y Alpura.

Las conclusiones del estudio de la Cofece se darán a conocer a más tardar en agosto de 2015, según su propio acuerdo.