Viernes 21 de noviembre de 2014, p. 5
En Santiago de Chile el budín de pan
Es mi magdalena de Proust:
En seguida trae a la memoria
A mi abuela Emilia Abreu de Berny.
El budín de pan, los frutos de sartén, la copa nevada,
Los postres emigrantes para endulzar
La vida que es dolor y destierro siempre.
Sabores abolidos que nunca volverán, como ella.
En cambio su otra herencia
No se aleja de mí: el placer
De escuchar y leer y contar historias.
Y las delicias infinitas del verso que,
A semejanza del budín de pan,
Recoge los desechos del día vivido
Y los transforma en otra cosa.