Tumben K’kaay, grupo de Quintana Roo, se presentó en el Festival de la Huasteca
En la música de los mayas dominaba la naturaleza
No era sólo un placer; era un medio de comunicación con el cosmos para lograr beneficios; transporta y hace meditar, expresó en entrevista Martiniano Pérez Angulo, líder de la agrupación
Lunes 24 de noviembre de 2014, p. a13
Xilitla, San Luis Potosí.
La música que hicieron los mayas debe haber sido tan maravillosa como su arquitectura o astronomía. Por eso tratamos de interpretarla como creemos que fue, siempre relacionada con la naturaleza
, expresó en entrevista Martiniano Pérez Angulo, líder del grupo Tumben K’aay (Canto Nuevo), de Quintana Roo, luego de su presentación en la Plaza Principal en el 19 Festival de la Huasteca, organizado por este municipio y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), por medio de la Dirección General de Culturas Populares.
Los sonidos de instrumentos como los huehues, ocarinas, percusiones, con formas zoomórficas y copias de objetos que los mayas usaban en sus ceremonias, fueron una pausa sonora y ritual en este festival, en el que frente al escenario se colocó una tarima donde la población baila el son, en fandangos que se extienden hasta las 22 horas o la medianoche, como ocurrió el pasado viernes, cuando con un recorrido por varias calles decenas de músicos y pobladores velaron y cantaron Las mañanitas a Santa Cecilia, patrona de los artífices sonoros. Hacia las dos de la madrugada del sábado un tronadero de cuetes cimbró ventanas y alarmó a quienes el festival ni les va ni les viene.
Mientras no se hagan desmanes, los policías dejan que grupos de personas beban alcohol en negocios, sobre todo cerveceros.
Martiniano y su familia cumplieron su misión de dar variedad al festival, como invitados especiales. “Tratamos de reflejar la cosmogonía maya con instrumentos de origen prehispánico, como tambores, flautas. Es imposible saber cómo fue exactamente el sonido de la música de los mayas, pero sí podemos deducir que que en ella dominaba la naturaleza, el sonido del viento, del agua de río o de la lluvia, del trino de los pájaros.
Para los mayas la música no sólo era para el placer, sino un medio de comunicación con el cosmos, para lograr beneficios. Una música así transporta, te hace meditar. Yo, por medio del tambor, me he comunicado con un grillo. Él llevó su ritmo y yo lo acompañé. Fue un ritmo-tambor continuo. Yo seguí con la vibración el canto del grillo. Eso es comunicarse con la naturaleza y así lo hicieron los mayas. Esa relación con la naturaleza se dio en toda Mesoamérica.
Agregó que fue su primera presentación en un festival de la Huasteca. Ya son 19 festivales y saber que aquí se reúnen tantos huapangueros es ver que la tradición sigue y eso aleja la globalización. Hay que fortalecer estos encuentros para mantener la identidad. Si somos nosotros podremos tener futuro. La globalización desintegra la identidad
.
En 20 años de trayectoria, este grupo maya sólo ha grabado un disco, pero ya prepara otro que prevé saldrá en 2015. Toca en festivales y ceremonias peninsulares, para pedir lluvia, beneficios. Hemos participado en celebraciones de radios indígenas y eso es un apoyo para mantener el idioma. Hay jóvenes a los que todo esto no les interesa, lo cual se debe a la influencia de otras culturas, por la globalización. Hay una influencia real de la globalización. Usted vea cómo actúa un joven con su celular. No se comunica con los demás de manera directa. Es por la cultura que estamos viviendo
.
Así, el público huasteco escuchó cinco composiciones de este grupo quintanarroense, entre ellas un ritual, debido a que es costumbre pedir permiso para comunicarse, para que haya energía en armonía; otra, sobre la pérdida de la palabra; otra, para las aves, con simulación del canto de las chachalacas. En todo momento eleva lo que los mayas llamaban árbol cósmico, una especie de báculo con varas que apuntan a los cuatro puntos cardinales. Es importante el centro, porque si hay equilibrio hay vida, explicó.
Ahora regresará con su familia a su tierra. Sus hijos a la escuela y él a su labor de profesor de nivel medio básico. Enseña lengua maya. “Música se dice pax (la equis se pronuncia como sh: pash).
Por el derecho de expresión sin represalias
En tanto que maestro, opinó que la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa debe aclararse. “No está bien que se sacrifiquen vidas. La gente tiene derecho a protestar por lo que considera injusto. Si reclamar lo injusto tiene una represalia de ese tipo, no está bien. Lo primero que debemos exigir es que los que están en el poder tengan sensibilidad para saber que necesitamos comprensión. Es necesario que quien hable tenga derecho a hacerlo sin represalias. Es difícil que los que gobiernan lo hagan, porque todo el mundo está emproblemado, no sólo México.
“La interculturalidad es un proceso largo. Tenemos una canción que habla de un padre que da indicaciones, órdenes, pero nunca predica con el ejemplo. La pieza se llama Niños flojos, pero la flojera también es de los papás, que debemos retomar nuestro lugar en la familia. ¿Cómo lo vamos a hacer si casi siempre estamos fuera de la casa? No estamos pendientes de lo que los hijos necesitan. Niño en maya se dice pal; papá: tatayú.”