Su instalación ha resultado un negociazo para los concesionarios: Alejandro Fernández
Son mínimos los beneficios para las colonias donde se han colocado
En año y medio recuperó la inversión y obtuvo dividendos
A los vecinos entrega recursos a cuentagotas
Martes 2 de diciembre de 2014, p. 33
El programa de parquímetros en el Distrito Federal ha resultado un negocio millonario para la iniciativa privada. No así para los ciudadanos, para quienes los beneficios son menores, tanto por el limitado monto de recursos económicos que se asignan para mejorar sus colonias, como por lo irregular de su entrega, e incluso por la exclusión de que son objeto por las autoridades capitalinas.
Cifras de la Autoridad del Espacio Público (AEP) precisan que en los poco más de mil parquímetros que como parte del programa Ecoparq colocó la empresa Operadora de Estacionamientos Bicentenario (OEB) en cuatro zonas de las delegaciones Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo (Lomas Virreyes, Polanco, Anzures, Roma y Condesa) se recaudaron 359 millones de pesos.
Las condiciones fijadas en el permiso administrativo temporal revocable que le otorgó el gobierno de la ciudad a esa firma, estipulan que se quedará con 70 por ciento del total de los ingresos y destinará 30 por ciento para mejorar el entorno urbano.
El jefe delegacional de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, resume así la situación: “En el polígono Roma-Condesa se instalaron 323 máquinas, que tienen un costo de 160 mil pesos ya con IVA; es decir, la empresa invirtió 52 millones de pesos en esa compra.
En el año y meses que llevan funcionando tuvieron ingresos por más de 100 millones de pesos. Si le quitas la inversión y los 30 millones de pesos para las colonias, ya logró una ganancia de 20 millones de pesos. ¡¿Qué empresa logra esto en tan corto tiempo?! Todos quisiéramos tener un negocio así
.
A la par de esa situación, el funcionario resalta el caso de la concesión entregada por el ex regente Óscar Espinosa Villareal a la firma Opevsa para controlar los parquímetros de las colonias Juárez y Cuauhtémoc. En ese caso, la empresa se lleva 55 por ciento de los ingresos y apenas 16 por ciento para mejora del entorno.
La situación es tal que, destaca el delegado, en esos 20 años de explotar esos aparatos, Opevsa ha recaudado 900 millones de pesos, y la mayoría de ese dinero se ha quedado en sus arcas, sobre todo porque, asegura, de 2010 para acá esa firma no ha entregado de manera regular la parte para mejorar la zona y adeuda parte de 2012 y todo 2014, situación en la que autoridades del Gobierno del Distrito Federal han sido omisas para obligarla a que cumpla con el contrato.
Nadie sabe de los recursos
Por el lado de los vecinos, el balance de la operación de los parquímetros dista de ser positivo.
Habitantes de las colonias Polanco, Anzures, Roma y Condesa coinciden en señalar que tras dos años de la operación de parquímetros se ha logrado mejorar la movilidad en sus calles; sin embargo, se quejan de la poca transparencia en la aplicación de los recursos, de obras caras y mal hechas, y del incumplimiento de algunos compromisos, como el de seguridad.
Marlene Figueroa, vocal del comité ciudadano de la colonia Hipódromo II, precisa que desde hace cerca de un año no se sabe dónde están los recursos que deben destinarse para el rubro de seguridad pública.
En entrevista, precisa que del contrato otorgado a la empresa que opera los parquímetros, 20 por ciento de la recaudación total debe destinarse para acciones encaminadas a mejorar la seguridad pública en esa zona, pero hasta ahora no se sabe dónde está ese dinero
. Detalla que la exigencia para que se les aclare ese tema ha generado ya fricciones entre los vecinos y la empresa pública Ecoparq.
“Tuvimos una reunión con la titular de la AEP –responsable del programa de parquímetros–, Dhyana Quintanar, para pedirle que nos informara de ese 20 por ciento, porque si no se está entregando, entonces la operadora se estaría quedando con 70 por ciento, y eso no es legal”, resaltó.
En Polanco, donde de enero de 2012 a julio de 2014 la empresa OEB obtuvo ingresos del orden de 198 millones 360 mil 951 pesos, los colonos reconocen que los parquímetros han ayudado a regularizar el espacio público. No obstante, reclaman la opacidad en el uso de los recursos que corresponden a la comunidad para mejorar el entorno urbano.
Mari Tere Ruiz, integrante de La Voz de Polanco, explicó que cuando se hizo la intervención en la calle Homero se prometió que se iba a cambiar hasta el cableado, pero después se dijo que no había dinero. “No cumplieron con el proyecto y se nos hizo muy caro, porque sólo se arreglaron banquetas, en las que hubo muchas fallas. Ya paso más de un año –abundó– y no se ha vuelto a ver un solo peso”, expresó.
Para la coordinadora interna del comité ciudadano de Anzures, María Alcántara Lozano, el programa Ecoparq está incompleto. Hay un convenio que tenía que firmarse en cada polígono entre la AEP y la Secretaría de Seguridad Pública, y no se ha firmado ninguno. Aún no tienen claro cuáles serían los mecanismos, y eso es básico, porque entonces vienen deficiencias importantes
, advirtió.