Rusia no caerá en espiral armamentista, dice
Viernes 5 de diciembre de 2014, p. 33
Moscú.
Al pronunciar su mensaje anual ante los miembros de la Asamblea Federal, las dos cámaras que integran el Parlamento ruso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se enfrentó este jueves a una situación inédita para él –los efectos demoledores de la caída del precio del petróleo sobre la economía rusa– y, en ese contexto poco favorable, trató de mostrar firmeza frente a las presiones foráneas y de ofrecer a los mercados una respuesta tranquilizadora.
Putin ratificó que, por más sanciones que haya en contra de Rusia, no tiene la intención de dar marcha atrás en su posición respecto del conflicto de Ucrania, lo cual confirma que continuará la confrontación con Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin embargo, no es claro cómo piensa el Kremlin frenar la crisis que se avecina cada vez con más fuerza, más allá de atribuir a especuladores en bolsa el desplome del rublo que registra récords históricos con respecto a las principales divisas.
El mandatario ruso dedicó la primera parte de su intervención a justificar la anexión de Crimea, para él asunto cerrado
, ya que para los rusos es un tema sagrado, como el Monte del Templo de Jerusalén es sagrado para los judíos y los musulmanes
, comparó.
Carece de sentido hablar con Rusia desde posiciones de fuerza: nunca nos doblegaremos
, subrayó Putin. Si para muchos países europeos la soberanía y el orgullo nacional son conceptos olvidados, para la Federación Rusa la verdadera soberanía es condición absolutamente necesaria de su existencia
, agregó.
Y explicó: Quiero enfatizarlo: o somos soberanos o nos disolveremos en el mundo. Y, por supuesto, otras naciones deben entenderlo también
.
Afirmó que Rusia no va a caer en la espiral de una nueva carrera armamentista, aunque siempre sabrá encontrar respuestas adecuadas a los desafíos a su seguridad nacional. Nadie tendrá éxito si pretende derrotar a Rusia militarmente
, advirtió.
Estarían encantados de que nos pasara lo mismo que a Yugoslavia y se desmembraran los pueblos rusos, con todas sus trágicas consecuencias. Pero no fue así. No permitiremos que suceda
, prometió.
Putin arremetió con ironía contra la injerencia de Estados Unidos en el espacio postsoviético: “(…) nuestros amigos estadunidenses siempre influyen directa o indirectamente en nuestras relaciones con los vecinos; a veces ni siquiera sabemos con quién hablar, si con los gobiernos de algunos países o con sus patrocinadores de EU”, lanzó.
Pero dijo que Rusia no se plantea romper relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea. Al mismo tiempo, vamos a restablecer y ampliar nuestros vínculos tradicionales con China, la Cuenca del Pacífico, el continente sudamericano, y seguiremos cooperando con África y con los países de Oriente Medio
, añadió.
Al referirse a las sanciones occidentales, el mandatario ruso señaló: cada vez que alguien cree que Rusia se ha vuelto demasiado fuerte e independiente, se aplican de inmediato este tipo de medidas
.
Para él, sin la crisis de Ucrania, hubieran inventado otra cosa para frenar las crecientes oportunidades de Rusia
.
Trató de minimizar su efecto: Las llamadas sanciones y limitaciones externas son un estímulo para conseguir nuestros objetivos de manera más eficaz y rápida; debemos hacer varias cosas: crear nuevas tecnologías, fabricar productos competitivos, robustecer la industria y el sistema financiero y formar a especialistas
.
Putin consagró el resto de su discurso al consumo interno e intentó quedar bien con todos: propuso una amnistía a la repatriación de capitales, prometió no subir impuestos, adelantó una moratoria fiscal para las pequeñas empresas de reciente creación, sugirió congelar por tres años las inspecciones sorpresa, ofreció reforzar los bancos con recursos provenientes de las reservas.
Los mercados, por lo pronto, no se dan por enterados de las ofertas presidenciales y sólo se interesan por cómo evitar el colapso cuando el país entre en recesión, pronosticada por las autoridades para 2015.
Incursión armada en Grozny
Horas antes de la intervención de Putin, un grupo armado de radicales islamitas realizó una incursión de madrugada en la capital de Chechenia, el tercer incidente grave en Grozny este año.
Las agencias noticiosas reportan que, tras matar a los guardias de un retén policial, ocuparon la llamada Casa de la Prensa, edificio gubernamental en el centro de Grozny. Los combates duraron seis horas, el edificio acabó en llamas y murieron 7 atacantes islamitas y 10 policías, según datos oficiales.
Luego los enfrentamientos siguieron en una escuela cercana, donde las autoridades, pasado el mediodía de hoy, dieron por terminada la operación antiterrorista
. Dicen haber encontrado entre las ruinas de la escuela 3 cuerpos más de islamitas, sin que nadie sepa cuántos atacantes participaron en la incursión.