Elecciones en riesgo
unca como en estos tiempos ha estado en riesgo la realización de comicios en Guerrero.
La advertencia de las organizaciones que participan en la Asamblea Nacional Popular, que coordina la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas, de que no habrá elecciones en 2015, ha encendido los focos rojos de autoridades federales y estatales, y mantiene nerviosos a los aspirantes de todos los partidos políticos que buscan ser candidatos.
La incógnita es, primero, cómo llevar a cabo campañas cuando las organizaciones han advertido que impedirán los preparativos de la elección, y han dado muestras contundentes de que hablan en serio: en Acapulco y Chilpancingo ocuparon instalaciones del Instituto Nacional Electoral; obligaron al gobernador, Rogelio Ortega, a acompañarlos en una marcha en Ayutla; al alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, lo bajaron de su camioneta y la pintarrajearon, y en Tlapa retuvieron a un grupo de periodistas a quienes acusaban de no escribir sobre el caso Ayotzinapa y de apoyar una reunión a la que acudirían políticos para hacer proselitismo disfrazado.
Así, los actores andan a salto de mata, prácticamente escondiéndose para llevar a cabo actividades supuestamente públicas. El sábado, por ejemplo, se convocó al Consejo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Chilpancingo y subrepticiamente se cambió a Zihuatanejo.
Las campañas, como se ve, tendrán que realizarse por televisión, para evitar las reuniones donde los candidatos puedan ser retenidos o exhibidos como insensibles.
Nadie avala el recurso de la represión para evitar a los manifestantes boicotear la elección, pero tampoco hay nadie intentando un diálogo. El gobierno federal da por cerrado el caso Ayotzinapa y se desentiende, y el gobierno estatal mantiene un discurso crítico hacia los normalistas, lo que lo ha llevado a la ruptura con el movimiento.
Mientras tanto, las elecciones se aproximan, en una ruta impredecible.