Buenos Aires.

El músico Leopoldo Federico, leyenda argentina del tango, murió este domingo a los 87 años de edad en la ciudad de Buenos Aires, donde permanecía internado por problemas de salud, informó la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI).

Aunque no estaba bien, pues no pasaba un buen momento desde hacía unos meses, no me esperaba una cosa así, tan abrupta, tan de golpe, pero Dios es el que decide, dijo el guitarrista Horacio Malvicino, gran amigo de Federico y secretario general de AADI, entidad que presidía el artista fallecido.

Pese a que desde hace varios años tenía dificultades para caminar, actuó hasta hace poco tiempo. El tango es mi vida misma, decía el destacado bandoneonista, director de orquesta y compositor, quien falleció la madrugada del domingo en el Sanatorio de la Trinidad, del barrio porteño de Palermo.

Federico, quien desde hace más de 40 años encabezaba su propia orquesta, nació el 12 de enero de 1927 y a los 12 años empezó a estudiar bandoneón. Trabajó con reconocidos artistas como Julio Sosa, Mariano Mores, Carlos Di Sarli, Horacio Salgán y Astor Piazzolla.

En 1976 viajó por primera vez a Japón con su orquesta y se presentó durante tres meses en importantes ciudades. También actuó en América Latina y Europa.

“Tenía una capacidad fuera de serie. Es uno de los bandoneonistas de la historia, si no es que ‘el’ bandoneonista de la historia. Era un tipazo, una persona encantadora, amiga de todos”, sostuvo un emocionado Malvicino al canal de cable Todo Noticias.

Federico fue el autor de temas como Bandola zurdo, Sentimental, Milonguero de hoy, Diagonal gris, Cabulero, Canyengue, Capricho otoñal, Preludio nochero y Pájaro cantor.

El fallecido músico recibió gran cantidad de reconocimientos en su extensa carrera. Entre ellos están el Premio Gardel a la trayectoria (1999) y el Grammy Latino, que obtuvo en dos ocasiones (2008-2009). A su vez, en 2002 fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires.

Leopoldo es parte de la historia del bandoneón; fue un fuera de serie tocando. No se puede negar, te lo pueden decir desde los chicos de 17 años que quieren tocar como él, hasta los mayores. Su capacidad era inmensa, nació para el bandoneón, dijo Malvicino sobre su amigo.

Federico había atravesado un duro momento el 25 de diciembre de 2003 cuando su hijo Osvaldo Federico murió tras recibir un trasplante de hígado.

La muerte del reconocido artista sacudió al mundo del tango, que en menos de una semana perdió a dos emblemáticos representantes. El domingo pasado murió el escritor, historiador y poeta Horacio Ferrer, nacido en Uruguay y naturalizado argentino, famoso por canciones hechas con Piazzolla, como Balada para un loco.