La inocentada de Peña Nieto
Todo México es llamada local”
El boom del arte cubano
Protesta extrema del joven de 21 años Agustín Gómez Pérez frente al Palacio Legislativo de Tuxtla Gutiérrez
Imprescindible, la renuncia del virrey de Iztapalapa, Jesús Valencia
Varios finales de la columneta en 2014
La Cepal y México
Otro año perdido
EPN: cero y van dos
Presupuesto Federal 2015. Los Egresos
Fin de año
e acuerdo con un estudio elaborado por el Congreso de Estados Unidos, hasta el año en curso el gobierno de ese país ha gastado 1.6 billones (millones de millones) de dólares en las guerras que emprendió tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. De esa suma, 51 por ciento –unos 815 mil millones– fueron usados en la invasión, destrucción y ocupación de Irak, en tanto 43 por ciento se emplearon en la agresión contra Afganistán, iniciada dos años antes y que prosigue a la fecha. El resto se destinó a mejorar la seguridad de las bases militares en diversas partes del mundo, y a acciones relacionadas con el terrorismo
en otros países.
Hace predicciones para 2015
e duele México. A poco que se inicie el 2015 me despido de mi país, al que conocí, hasta cierto punto, como uno próspero, pacífico, educado, competente, en vías de desarrollo, nacionalista… Ahí por 1845 había otro México, el que perdió, dos años después, la mitad de su territorio, y por la que el Estado mexicano recibió 298 millones 310 mil 309 dólares (de 2005).
a economía de Estados Unidos creció 5 por ciento en el tercer trimestre y 4.6 por ciento en el segundo trimestre de este año. Es el crecimiento más alto desde la recesión de 2008.
or estos días hace un año, miles de damnificados que dejaron los huracanes Ingrid y Manuel en el estado de Guerrero se quejaban por la tardanza en recibir los auxilios prometidos por las instancias oficiales. Igualmente de que, aun contando con la protección de un seguro contra daños en sus propiedades y negocios, las aseguradoras no los atendían con la rapidez requerida, además de negarse a cubrir lo estipulado en las pólizas. En Guerrero, apenas tres de cada 10 vehículos y sólo 15 de cada 100 viviendas cuentan con algún tipo de seguro contra los daños que pueden ocasionar los fenómenos naturales.
a basta!... ¡Basta ya! es un clamor que se generaliza en el país. Es una petición, súplica, plegaria y exigencia que se manifiesta en todos los lugares y en todas las formas: desde el comentario en familia, entre amigos, en centros de trabajo, hasta en manifestaciones tumultuarias, y sin lugar a dudas también en las altas esferas del poder político.
esulta que la unidad a que convocó Enrique Peña Nieto en su discurso de Navidad, llamando también a construir y no a destruir, resulta igualmente patético porque le habla a una nación que ni entiende ni quiere escuchar ese mensaje con tal lenguaje. No es que no lo comprenda, porque la gran mayoría de mexicanos está mentalmente muy por arriba de sus gobernantes, y con una inteligencia la mayoría de las veces superior al IQ de los funcionarios. Esto significa, en pocas palabras, que el conjunto de la sociedad marcha a una velocidad que ha dejado muy atrás a la de su gobierno y gobernantes. Tal cosa quiere decir que no se les puede seguir hablando (pero nunca se ha justificado ese tono de paternalismo ramplón), y mucho menos ahora, cuando el país está sumido en tragedias que lo han golpeado cruelmente, hasta el punto del máximo descrédito en sus instituciones y de la profunda falta de confianza en los gobernantes. Aquellas, y éstos, lo han extorsionado cruelmente durante demasiados años, y lo que quiere ahora el pueblo no es salvar a las instituciones ni perdonar a los llamados dirigentes, sino lo siguiente, principalmente: que se aplique la ley a los responsables y se combata eficazmente la corrupción y, además, precisamente que se vayan los responsables y que se cambien, ya que no pudieron con el paquete
que les tocó.
ste gobierno pasará a la historia, algo sin duda lamentable para quien lo encabeza y también para los que vivimos bajo su régimen, por varios hechos que son verdaderos dislates injustificables y con una carga negativa para la historia del país; especialmente tres errores afectan el futuro de la nación, comprometen la soberanía, atropellan la justicia y la democracia e indignan a los gobernados.
as condiciones económicas del país no son, para nada, las esperadas a estas alturas del sexenio. Las situación social y política dista en extremo de las previsiones originales del gobierno. También difieren mucho de las expectativas que tenían sobre esta administración los grandes negocios e inversionistas de dentro y fuera. El capital foráneo aprovechó al máximo la ventaja de la estabilidad de los precios y del tipo de cambio para valorizar sus depósitos en pesos. El escenario es hoy muy distinto y se ha dejado notar con severidad.
on muchos los que durante décadas han vaticinado el fin de la revolución cubana. No han faltado argumentos. En tiempos de la guerra fría se tildó al régimen de ser un títere de la Unión Soviética. Tras la caída del muro de Berlín, y la desarticulación del bloque del este, Cuba se consideró un anacronismo histórico. No tenía cabida en la nueva era de la globalización. Sin apoyos exteriores, la revolución llegaría, sin pena ni gloria, a un callejón sin salida. Moriría y con ello su ideario. Su existencia sería un mal recuerdo en medio de un caos económico, social y político. Cuba entraría a la comunidad internacional con la cabeza gacha y reconociendo su fracaso. Los agoreros intuían un proceso similar al seguido por Rumania, Polonia, Hungría, Bulgaria o la desarticulada URSS. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos pone en evidencia lo estrecho de un planteamiento como el descrito, mantenido durante medio siglo articulando la política exterior de Estados Unidos.
as novedades editoriales a veces vienen de tan lejos que parecen eternas. De tan cerca que son de aquí y nos remiten a un pasado cargado de futuro. Así ocurre con Tradición oral indígena de México, una serie fuera de serie en cuatro volúmenes (independientes si uno quiere), recopilados, editados y entretejidos por Elisa Ramírez Castañeda, quien afirma en su nota inicial: No están aquí todas las lenguas ni territorios, pero sí todos los mitos
. Faltan pocas lenguas, por cierto. Hablan casi todos los pueblos originarios, unos de vez en cuando, otros a cada rato. Dicen cómo sucedieron las cosas incluso antes de que hubiera seres. Y cosas. Los coras de Nayarit, por ejemplo, saben que un día la Madre Tierra (Luna incluida) se puso a pensar qué podría pasar y se le ocurrió hacer a los dioses. Ya luego estos se pusieron a experimentar irresponsablemente, como documentan los mitos originarios de pueblos distantes y distintos. Que el resultado final fuimos todos nosotros nos lo irá diciendo el vasto corpus de mitos ancestrales o post cristianos, modernos o intercambiables.
ace unos días entendí que, en Tabasco, el agua le hace un ofertorio de almas a las nubes. Allí todo el universo visible e invisible está cubierto de gotas: de líquido rocío al alba, de lagunas y popales en el crepúsculo. En mi tierra todo desaparece devorado por el tiempo, pero las aguas permanecen. Parece ser el lugar donde se cumple el acierto de Heráclito cuando expresa que todo lo ido insiste en volverse agua. Espejo del paso de los tiempos. Memoria que corre, sueños de nacimientos y resurrección. Todo en Tabasco es agua.