Dos de cada 3 empleos formales reciben bajas retribuciones
Jueves 15 de enero de 2015, p. 23
El crédito de la banca a empresas y personas se desaceleró a partir del segundo semestre de 2014. El mayor declive se observó en los préstamos al consumo de las familias, que se explica por la disminución en el ingreso disponible y porque dos de cada tres empleos formales generados corresponde a trabajos en los que la remuneración es de entre uno y dos salarios mínimos, aseguró este miércoles BBVA Bancomer, el mayor proveedor de servicios financieros en el país.
El crédito obedece a la actividad económica en el país. El motor del crédito se rige por la demanda y hay menor demanda cuando la actividad económica es menor
, expuso Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer, en la presentación del reporte Situación banca, elaborado por esa institución. El comportamiento del crédito estuvo vinculado con el pausado desempeño que ha tenido la actividad económica desde 2013, apuntó.
Entre enero y noviembre pasados, el crédito total de la banca a personas y empresas repuntó 4.2 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2013, expuso. Es una tasa menor a la de 6.9 por ciento registrada entre 2012 y 2013 y también la más baja en varios años, añadió.
Los tres principales segmentos de crédito: al consumo, vivienda y empresas, tuvieron tasas mayores de crecimiento en la primera mitad del año que en la segunda. El desempeño más débil correspondió al segmento de consumo, en el que se incluyen tarjetas de crédito, préstamos personales y garantizados por nómina. En el primer semestre avanzó 5 por ciento, mientras en el segundo lo hizo 2.2 por ciento. Así, en los primeros 11 meses de 2014 avanzó a una tasa anual de 3.7 por ciento en términos reales, descontado el efecto de la inflación, poco más de una tercera parte del repunte de 10.9 por ciento del mismo periodo de 2013.
El crédito al consumo, cuya dinámica refleja la situación del empleo y del ingreso de personas y familias, repuntará en la medida que haya una sólida expansión del mercado interno y un aumento del ingreso de los hogares, sostuvo Serrano.
Hay dos razones principales que afectaron el ingreso disponible de las personas el último año
, planteó. “La principal es que el empleo que se está creando no es bien remunerado. Dos terceras partes de los empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social son de personas con un ingreso de uno o dos salarios mínimos (entre 70 y 140 pesos diarios), apuntó.
El país tiene problemas para generar empleos mejor pagados. Esto pasa porque los niveles de productividad son muy bajos e incluso negativos en algunos años
. Esa es la razón, anotó, de que no haya mayor dinamismo del crédito. Se crea empleo, pero no está bien pagado, dijo.
La menor actividad económica y la desaceleración en el crédito al consumo tuvo un impacto en el uso de tarjetas de crédito. En el país existen 28.9 millones de estos instrumentos, pero sólo 18.4 millones (63 por ciento) son utilizadas. En 2014 la única vía de transacciones con plásticos que mostró incremento fue la disposición de efectivo en cajeros automáticos, lo que indica una necesidad de liquidez de los usuarios, de acuerdo con el estudio.
El mercado de tarjetas de crédito también se ha visto afectado por el menor crecimiento económico. Tanto los saldos de cartera como el número de plásticos se han contraído en los dos últimos años como resultado de la desaceleración económica y de la consecuente caída del ingreso disponible, apuntó el informe. El empleo y los niveles salariales son los principales determinantes del crédito al consumo del que las tarjetas de crédito representan el componente más grande.