La Procuraduría General de la República (PGR) pedirá en días próximos una orden de aprehensión por presunta defraudación fiscal y lavado de dinero contra Rafael Olvera Amezcua y Javier Rodolfo Carrillo Peña, accionista principal y director de promoción de la empresa Ficrea, respectivamente, quienes son identificados por fiscales federales como los principales responsables de captar cientos de millones de pesos de instituciones gubernamentales.

A decir de abogados penalistas consultados y de funcionarios de la PGR que conocen esa indagatoria, la dependencia federal cuenta con sólidos indicios de que Carrillo Peña fue con quien trataron la mayoría de los inversionistas en Ficrea.

Carrillo es un joven administrador de empresas y era el hombre de confianza de Carlos García, director comercial de Ficrea.

Tanto Olvera como Carrillo enfrentan hasta el momento órdenes de aprehensión por el delito de fraude, informó en días pasados el titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás de Zerón de Lucio.

De acuerdo con versiones gubernamentales, Olvera Amezcua ya se habría fugado hacia Estados Unidos, tras ser alertado de que tanto autoridades financieras como ministeriales habían iniciado una investigación en su contra.

La empresa financiera y de ahorro fue intervenida el pasado 7 de noviembre, fecha en la cual también se iniciaron las investigaciones de la PGR.

De noviembre a la fecha más de 2 mil (de los 7 mil) ahorradores que depositaron sus recursos en Ficrea han solicitado la intervención de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para que el caso no quede impune y les devuelvan sus depósitos con la venta de los activos de Ficrea, aunque se afirma que éstos podrían alcanzar un valor superior a mil millones de pesos.