El cambio de trenes en la línea 12 del Metro, como las modificaciones en su perfil de rueda, sistema de engrase de pestaña, ajustes a la suspensión y cambios de la distancia entre ejes de los bogies, no aportará en forma significativa una posible solución a la problemática de desgaste ondulatorio que enfrenta, afirmó Stuart Liddle Grassie.

En un informe elaborado por el experto británico en la materia, que ayer Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) entregó a la Secretaría de Obras, se explica que el desgaste ondulatorio presente en el riel interior de las curvas de la línea es un ejemplo del fenómeno conocido como rutting o surcado, que proviene de la primera resonancia de flexión que se produce cuando los trenes toman las curvas.

Dicha resonancia está inevitablemente asociada al diseño actual de los ejes ferroviarios empleado por todos los proveedores de vehículos, no a algún tipo de material rodante específico; está presente en todas las partes del mundo y con una gran variedad de ruedas y perfiles de riel, por lo cual debe considerarse dentro de las acciones de rehabilitación que se llevan a cabo, consideró CAF.

Ello, aclaró, no debe considerarse como una negativa de implementar las recomendaciones que Systra emitió en su informe final de noviembre pasado, elaborado a solicitud unilateral de la dependencia y sin que a la fecha contemos con los anexos correspondientes, las cuales realizaremos una vez que el Sistema de Transporte Colectivo autorice formalmente su ejecución en los trenes.

De esta manera expresó su intención de colaborar con la Secretaría de Obras en la solución del problema de la línea 12, sin que ello suponga reconocimiento de error o imputabilidad alguna de CAF, puntualizó el director general de la empresa en México, Maximiliano Zurita Llaca, en la carta entregada al titular de la dependencia, Alfredo Hernández.

En el resumen ejecutivo elaborado por el especialista, se destaca que si alguna organización afirmara que llevar a cabo cambios en el material rodante evitaría de manera significativa el desgaste ondulatorio de la línea 12, tendría la responsabilidad de proporcionar una justificación contundente para llevar a cabo el cambio, pues en las pruebas presentadas en este informe tendría escaso efecto.

Mencionó que el factor fundamental que empeora el desgaste ondulatorio es la fricción rueda-riel, por las condiciones de carril seco de la línea y una vibración de deslizamiento a sacudidas, por lo que el tratamiento tradicional más común es el reperfilado del riel, que, de haberse realizado de manera oportuna, habría permitido mantener el tráfico.