El tiempo que niños y adultos destinan a la actividad física ha disminuido en el mundo, generando consecuencias negativas en su esperanza de vida, salud y capacidades para alcanzar éxitos educativos, advierte la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en su reporte Educación física de calidad, guía para los responsables políticos.

Destaca la diferencia persistente que se da entre la adopción de políticas públicas para fomentar la educación física y su aplicación práctica. Agrega que sólo 79 por ciento de las naciones tienen programas curriculares de la disciplina, pero en cinco de cada 10 estados tienen menor valor que otras materias en los planes y programas de estudio.

El análisis destaca que el efecto nocivo en la reducción del tiempo de la actividad física genera, entre otros factores, 3.2 millones de muertes tempranas al año, es decir, casi el doble de las que ocasiona el sida.

Entre los riesgos detectados por la inactividad, la Unesco sub­raya que 80.3 por ciento de los adolescentes en el mundo realizan menos de 60 minutos de ejercicio al día, mientras que los niños más pequeños en edad escolar dedican sólo entre 2 y 3 por ciento de su tiempo a su activación física.

Agrega que la ausencia de una actividad física regular está asociada con 6 por ciento de la mortalidad global, provocando más muertes que el tabaquismo.

El organismo multinacional detectó que sólo 53 por ciento de las escuelas primarias de 200 países tienen profesores de educación física capacitados de forma adecuada, a lo que se suman continuas deficiencias en la asignación de horarios de educación física en la currícula escolar, además de que presenta problemas de pertinencia y calidad.

La Unesco afirma que hay insuficiente calidad en los programas de formación inicial de profesores de educación física, además de que subsiste un deterioro de las instalaciones destinadas a esta disciplina.

Agrega que si las escuelas no pueden destinar la hora diaria completa de actividades físicas recomendada para todos los alumnos, una política educativa bien planificada debe fomentar el establecimiento de sinergias entre el sistema de educación formal y las comunidades para garantizar una educación física de calidad.

La Unesco incluye en su reporte una noción de aptitudes físicas básica, que toma en consideración el concepto de Passport for life desarrollado por una organización canadiense, que la define como la aptitud para realizar con competencia y confianza una amplia serie de actividades físicas en contextos muy diversos que redundan en beneficio del desarrollo integral de la persona.