Phoenix.

El Supertazón no es sólo la final de la NFL. El popular juego es además un hito de la cultura estadunidense, crucial para la economía de este país.

Según estimaciones de la Federación Nacional del Comercio, del Instituto de Estadística, durante este fin de semana a lo largo y ancho del país se gastarán más de 14 mil millones de dólares para seguir la transmisión.

Los gastos en bebidas, alimentación y otros aumentarán en más de 2 mil millones respecto del año anterior.

Esta final, creada en 1967, podría ser seguida por 184 millones de estadunidenses en la televisión.

La anterior edición mantuvo frente a la pequeña pantalla a un promedio de 111.5 millones de televidentes.

También es la emisión con mayor audiencia de la historia de la televisión de este país. Hace una década, sólo consiguió 89.9 millones de espectadores, pero la NFL tuvo éxito en producir un espectáculo que interesa no sólo a los aficionados del deporte.

El tradicional espectáculo del medio tiempo es otro factor de este éxito: los artistas más importantes han participado y elevan las audiencias; en 2004 alcanzó 113.5 millones de televidentes durante el concierto.

Estos 12 minutos, que convierten este espectáculo en el más observado del mundo, serán concedidos este año a Katy Perry, quien contará con la presencia en escena de Lenny Kravitz.

Difundir un comercial de 30 segundos durante el medio tiempo puede llegar a costar 4.5 millones de dólares.

Además, los corredores de apuestas van a movilizar 4 mil millones de dólares durante esta final. El precio de las entradas también aumenta: se negocian a 5 mil 725 dólares en reventa y pueden llegar hasta 10 mil dólares para los mejores asientos.

En 1967 los boletos se vendían entre 6 y 12 dólares, y 33 mil se quedaron sin comprador.