Miércoles 25 de febrero de 2015, p. 21
La presión para que el Estado mexicano resuelva el asesinato de los activistas Bety Cariño y Jyri Jaakkola tendrá que venir del extranjero, pues ya se ha comprobado que las autoridades nacionales no tienen palabra
y no van a detener a los 13 presuntos responsables que ya enfrentan órdenes de aprehensión ni protegerán a los dos testigos del crimen.
Así lo afirmó Omar Esparza, esposo de Cariño, quien señaló que están planeando una visita al Parlamento Europeo para insistir en su demanda de justicia e invitar al presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, a que pida cuentas sobre este caso a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto.
Todavía no tenemos fecha para la visita al Parlamento Europeo, pero parte de la presión que se haga para detener a los asesinos de Bety y Jyry es la que venga de fuera. El Estado mexicano no tiene palabra y no va a cumplir sus compromisos. Han pasado cinco años y ya se detuvo a tres personas, pero seguimos viendo que hay gran inoperancia
del gobierno, lamentó.
Luego de recordar que Peña Nieto y Niinisto ya se encontraron una vez en Japón, Esparza indicó que buscarán que el mandatario finlandés se sume a los llamados de justicia para Cariño y Jaakkola, este último originario del país nórdico.
De igual forma, reiteró que los abogados de las víctimas están considerando pedir asilo en Finlandia para dos testigos del homicidio, ocurrido en abril de 2010, cuando ambos se dirigían en una caravana humanitaria hacia la comunidad indígena triqui de San Juan Copala, Oaxaca, en ese entonces ocupada por un grupo paramilitar.