Roma.

Ciento cincuenta personas sin hogar visitaron de manera gratuita y exclusiva hoy diversas instalaciones del Vaticano, incluida la Capilla Sixtina, donde fueron recibidos por el papa Francisco.

En el encuentro, el pontífice saludó a los invitados y les expresó: Esta es la casa de todos, por eso sus puertas siempre estarán abiertas.

La visita de los sin techo, realizada por iniciativa del titular de la Limosnería Apostólica del Vaticano, Konrad Krajewski, incluyó un recorrido por los museos, la Casa de Santa Marta (donde reside Francisco), el pase de los Jardines y la Puerta de Gregorio XVI, entre otros lugares.

De acuerdo con la Radio Vaticano, los convidados contemplaron los frescos del pintor renacentista Miguel Ángel en la famosa Capilla Sixtina, sitio que ayer permaneció cerrado al público.

Los mendigos también asistieron a una cena que les ofrecieron en el restaurante de los Museos Vaticanos.

La invitación es considerada parte de la voluntad del Papa de impulsar una Iglesia más volcada hacia los pobres y necesitados.

Otra iniciativa a favor de los sin hogar fue la colocación de duchas y una barbería en zonas cercanas a la plaza de San Pedr.

Así, el papa Francisco acompañó de manera sorpresiva a los sin techo.

“El Papa, acompañado por un mayordomo, estrechó la mano de cada uno y tomó la palabra para decirles: ‘Bienvenidos. Esta es la casa de todos, de ustedes. Las puertas están abiertas para todos”’, informó el Vaticano.

Francisco permaneció 20 minutos con sus huéspedes especiales, a quienes bendijo y pidió que oren por él.

Los indigentes fueron divididos en tres grupos y pudieron admirar las célebres obras de arte que conserva el Vaticano gracias a una guía especializada.

Los invitados especiales del Papa gozaron además de un privilegio particular, ya que la visita se realizó sin la multitud de turistas que invaden a diario los museos del Vaticano, entre los más visitados del mundo.

Ante los célebres frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina y sede del cónclave, los indigentes hicieron una breve oración.

Es un nuevo gesto del Papa argentino, que con ocasión de su primer cumpleaños como pontífice, en diciembre de 2013, invitó a tres vagabundos a desayunar con él en la residencia Santa Marta, donde se aloja dentro del Vaticano.

Francisco, quien desea dar dignidad a los indigentes que muchos desprecian, ordenó distribuir mantas y sombrillas para cientos de personas que viven en la calle, en los alrededores del Vaticano.