Se extrae de ellos el doble de su capacidad de recarga
Viernes 27 de marzo de 2015, p. 43
El valle de México presenta una grave proyección de agotamiento de mantos acuíferos, en una situación que exige de inmediato el uso racional del agua, la aplicación de políticas públicas de largo plazo y un estricto reordenamiento urbano.
En el foro Agua, ¿se va a acabar?, diversos investigadores y especialistas en el tema advirtieron que el problema tiene carácter nacional, pues las adversidades presentes en el valle de México se repiten para las 55 zonas metropolitanas del país, donde hay desabasto, mala calidad del agua e inundaciones por un sistema de drenaje ineficiente.
Fabiola Sosa Rodríguez, profesora e investigadora del Departamento de Economía de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que el abastecimiento del líquido para el valle de México depende en iguales proporciones del sistema Lerma-Cutzamala y del agua subterránea, pero lamentablemente de los mantos acuíferos se extrae el doble de su capacidad de recarga, y muestran signos de agotamiento.
Sin embargo, la excesiva dependencia de abasto obliga a que se prosiga con la explotación e importación de fuentes externas, pues el objetivo central de la gestión es el suministro para una población en aumento, en un crecimiento urbano desordenado.
Se insistió en la urgencia de replantear el modelo de urbanización en el valle de México, considerando la capacidad de recarga del subsuelo, la disponibilidad y la posibilidad de abasto del vital líquido. Y es que mientras hay lugares donde una persona utiliza más de mil litros al día, otros sitios no hay ni siquiera para garantizar el consumo mínimo para la calidad de vida.