El presidente de la Federación Mexicana de Basquetbol, Agustín Villa, dijo que la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme) existe, pero no existe, ya que, pese a haberla borrado legalmente del mapa, aún avala los comicios de las federaciones.

A casi dos años de promulgada la ley Mena o ley Tibio, como refiere el dirigente, no se ha fundado la organización que debería cumplir con las funciones que tenía la Codeme, porque ni siquiera la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) tiene el presupuesto para crear esa infraestructura.

Así, consideró que el deporte en general se encuentra en un limbo jurídico, ya que de haber situaciones que deben resolverse por la vía legal, en este momento no hay ninguna organización que lo haga, y es la Codeme la que actúa, pese a que legalmente ya no existe.

No enturbiar los comicios

El dirigente expuso que será hasta pasada la Olimpiada Nacional cuando se reactiven las acciones para evitar que la Conade convoque a elecciones en la federación, porque –precisamente avalado por el departamento jurídico de la Codeme– su periodo al frente del basquetbol cumple apenas uno de los cuatro años para los que fue electo.

Explicó, por otra parte, que a petición de la Conade y del Comité Olímpico Mexicano se reanudarán o iniciarán las pláticas para destrabar y llegar a un acuerdo final sobre el basquetbol cuando termine la Olimpiada Nacional (6 de junio), un día antes de las elecciones intermedias en el país, porque me dijeron que no saliera a las calles en esta época prelectoral, para no enturbiar más la situación.

Como sea, no nos vamos a dejar y si ellos lo que buscan es judicializar el asunto, pues lo llevaremos a los juzgados para que hagan valer la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que nos dio la razón hace varios meses, agregó.

Aunque ha sido crítico con los cambios de entrenadores en las selecciones mayores de la especialidad, dijo que está de acuerdo con la realización del torneo preolímpico de agosto siguiente en Monterrey, Nuevo León, donde espera que el equipo nacional varonil clasifique, aunque se desanima al pensar que si se sigue manejando como hasta ahora, México puede ser sólo un país anfitrión, pero sin protagonismo.