Putin aclara que Tsipras no solicitó ningún préstamo, sino que hablaron de inversiones
El premier griego, de visita en Moscú, reitera críticas a las estériles
sanciones europeas
Jueves 9 de abril de 2015, p. 18
Moscú.
A contrapelo de la Unión Europea, Rusia y Grecia tuvieron este miércoles un nuevo gesto de acercamiento al firmar aquí un plan conjunto de acción para los siguientes dos años, que prevé impulsar la cooperación en diversos ámbitos con el propósito de reanimar los intercambios económicos y comerciales entre ambos países, afectados por la política de sanciones europeas contra Moscú.
El presidente Vladimir Putin recibió hoy al primer ministro griego, Alexis Tsipras, cuya visita se interpreta como nuevo testimonio de la intención de su país a practicar una política exterior independiente sin romper, a la vez, los compromisos adquiridos en tanto que miembro de la Unión Europea (UE).
Grecia es un país soberano y tiene el derecho irrenunciable de implementar una política exterior multilateral y de desempeñar un papel geopolítico como país balcánico, mediterráneo, europeo y de la región del Mar Negro
, explicó Tsipras.
En contra de lo que pensaban varios de sus colegas europeos, el jefe del gobierno de Atenas no vino a incumplir las políticas aprobadas en Bruselas y, pese a la agobiante crisis de su país, ni siquiera solicitó ayuda financiera a Moscú.
Esto último lo dejó en claro Putin durante la conferencia de prensa que ofrecieron al término de sus conversaciones: hablamos de posibles inversiones y de diferentes proyectos en materia de infraestructura, energía, transporte y otros campos, pero no hubo ninguna solicitud específica de ayuda financiera
.
El mandatario ruso prefirió usar el concepto cooperación financiera
, en el sentido de que cualquier crédito que se apruebe para Grecia necesariamente tendrá que estar vinculado a un proyecto concreto, que también va a generar ingresos a Atenas
, precisó.
Entre esos proyectos, Rusia trata de incorporar a Grecia –como territorio de tránsito hacia Italia, los Balcanes y Europa central– al gasoducto que acordó construir con Turquía, pero por ahora el premier griego no dio una respuesta definitiva.
Se limitó a decir que va a estudiar la oferta rusa, aunque de entrada no le gusta el nombre del gasoducto Flujo Turco, mientras Putin insistió en que, de aceptar, Grecia, sin hacer nada, sólo por el tránsito, recibiría cientos de millones de euros al año y podría crear nuevos puestos de trabajo, lo cual generaría adicionales ingresos fiscales
.
Otra área en que Moscú tiene especial interés, en palabras de Putin, es en participar en las licitaciones en igualdad de condiciones
en caso de que el gobierno de Grecia decida privatizar las principales empresas del sector público.
El titular del Kremlin subrayó que Rusia no piensa utilizar sus contactos por separado con países miembros de la UE para tratar de resolver los problemas entre Moscú y Bruselas, y habló en favor de poner fin de manera simultánea a lo que llamó guerra de sanciones.
Tsipras, de su lado, reiteró sus críticas a las sanciones europeas, a las que calificó de “decisión estéril de guerra económica que sólo devuelven a Occidente y a Rusia a los tiempos de la guerra fría”, y dijo entender que las medidas rusas de respuesta –el embargo a la importación de productos agropecuarios, que también lastima la economía griega
– son una réplica a las sanciones con cuya lógica no estamos de acuerdo
.