También su libertad preparatoria
Viernes 10 de abril de 2015, p. 8
Un tribunal federal confirmó este jueves que no procede la posibilidad de que el narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo obtenga la remisión de su condena de 40 años de prisión y también la libertad preparatoria.
Durante una sesión realizada ayer, el segundo tribunal unitario penal negó el amparo con el que Félix Gallardo pretendía que los casi 26 años que lleva en prisión se descontaran a las penas que le impusieron en cada uno de los delitos de su sentencia.
Según consta en el expediente de amparo 54/2014, el citado tribunal determinó que no era procedente conceder los beneficios al narcotraficante.
A decir de fuentes judiciales, el tribunal argumentó que la solicitud de remisión de la pena que hizo el sentenciado se debe dar en forma simultánea cuando se trata de diferentes causas o juicios, pero no en la misma.
Asimismo, Félix Gallardo tampoco pudo conseguir la libertad preparatoria (beneficio previsto para los condenados que cumplan con las tres quintas partes de su sentencia y con una serie de requisitos legales), debido a que el tribunal consideró que existe el riesgo que se evada de la acción de la justicia.
El artículo 85 del Código Penal Federal prohíbe expresamente este beneficio para los sentenciados por delitos contra la salud.
Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como El Padrino, fue fundador del extinto cártel de Guadalajara en la década de los 80. Por esos años la mayoría de quienes querían dedicarse al narcotráfico tenían que colaborar con él.
Originario de Sinaloa, el capo llegó a agrupar a todas las organizaciones que en los años 90 se iban a disputar los distintos territorios.
Era accionista de Banca Somex y desde allí hizo transferencias, vía un banco de San Diego, al Alto Huallaga, de Perú, para pagar los embarques de cocaína durante varios años.
El narcotraficante fue detenido el 8 de abril de 1989 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Desde entonces ha intentado infinidad de recursos jurídicos para obtener la libertad, pero los ha perdido todos: amparos, incidentes de libertad por desvanecimiento de datos, declaratorias de inocencia.
Finalmente se indicó que aún puede llevar su defensa jurídica a instancias internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.