Cada que presumen la trayectoria invicta de Floyd Mayweather, un sentimiento de frustración brota en el boxeador mexicano José Luis Castillo, quien perdió ante el estadunidense el título mundial de peso ligero en un combate polémico.

Yo le gané a Mayweather, dice sin titubeos sobre aquella pelea de abril de 2002, en la que defendía por cuarta ocasión su cinto del Consejo Mundial de Boxeo. Luego tendría una revancha ese mismo año, pero ahí sí reconoce que perdió ante el Money.

No lo lo digo sólo yo, lo dice mucha gente, expertos y aficionados. No hace falta más que buscar el video en Youtube para confirmarlo, añadió.

En el combate Castillo no dejó de atacar al estadunidense. Lo hizo con insistencia, pero con una estrategia, no a lo bruto –precisa–, como hizo Marcos Maidana.

Mayweather es un peleador muy inteligente; entonces hay que presionarlo, no darle tiempo de que piense para responder, explica Castillo.

En la estadística de la pelea contra el Money, publicada por la página Compubox, Castillo tiró más golpes, con 40 por ciento de efectividad, mientras Mayweather tuvo 35 por ciento. Aun así el mexicano perdió el campeonato por decisión unánime.

No sé qué pelea vieron los jueces, porque miles de personas vieron que yo gané, dijo Castillo.

Ver esa derrota le produce frustración, porque después de meses de preparación, de mantenerse alejado de su familia, piensa que al final no sirvió de nada: No sé si mi carrera hubiera sido distinta, pero un triunfo es un triunfo y no se siente bien que te lo regateen.

Castillo espera que este sábado, cuando Manny Pacquiao enfrente a Mayweather, los jueces –todos estadunidenses– no intervengan de manera injusta: Pueden influir si se van a una decisión, se supone que están para garantizar la equidad, pero a veces ven otra pelea, como en mi caso.

No obstante, piensa que Pacquiao tiene pocas posibilidades de ganar. Está convencido de que el hombre que tendrá enfrente tiene más experiencia e inteligencia inusual, pero todos quieren ver caer a Mayweather, porque les cae mal, porque es fanfarrón.