Las Vegas.

En un ambiente de alegría febril, un adusto Floyd Mayweather y un sonriente Manny Pacquiao libraron sin dificultad el límite de peso wélter (147 libras) para su combate de unificación de títulos, este sábado en Las Vegas.

Ante 10 mil ruidosos espectadores que por primera vez en la historia de las peleas en Las Vegas pagaron su asiento para presenciar el pesaje, el filipino, quien no aparece como favorito, se apoderó del público en la Grand Garden Arena del hotel MGM, con vítores desde su entrada hasta que subió a la báscula y marcó 145 libras.

Mayweather, de mayor estatura, fue rechiflado por el público antes de cumplir el trámite y detener la balanza en 146.

Varios grupos del público vitorearon y abuchearon a los dos pugilistas, aunque la mayoría parecía apoyar al Pacman, quien alzó ambos brazos haciendo la señal de la victoria. Money levantó el puño y saludó agradecido a quienes lo apoyaban.

Además de los dos títulos mundiales de peso wélter de Mayweather en el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial (AMB), y el de Pacquiao en la OMB, el ganador se llevará un cinturón de esmeraldas, oro y plata, valuado en un millón de dólares, donado por el CMB y fabricado en México por la Industria Cleto Reyes.

El asiático de 36 años, cuyo récord es de 57 victorias por cinco derrotas, dos empates y 38 nocauts, estuvo sonriente durante la ceremonia. En su camino a la plataforma de pesaje le dio la mano a varios de los guardias de seguridad que custodiaban el evento.

El estadunidense de 38 años, invicto en 47 combates, 26 por la vía del cloroformo, mantuvo su arrogancia habitual. El rostro adusto apenas asomaba debajo de la gorra con las iniciales de su empresa TMT (The Team Money).

Luego del pesaje, ambos pugilistas se pararon frente a frente para la foto acostumbrada, y se escuchó a Pacquiao decir un claro gracias a su rival por haber aceptado esta pelea.

Interrogado después por la prensa sobre ese momento, Mayweather dijo no haber escuchado nada: No oí lo que dijo. No estoy aquí para hablar. Ya hemos hablado mucho. Ahora lo que toca es pelear.

El filipino confirmó el gesto y explicó que lo hizo por haber facilitado el combate después de negociaciones durante cinco años: Le agradecí en nombre de los aficionados porque la pelea se realizará. Pienso que debía darse porque los aficionados la merecen.

El pleito más esperado de la reciente década se llevará a cabo en una arena del MGM Grand, con toda su capacidad vendida (17 mil 600 asientos), a precios récord entre mil 500 y 7 mil 500 dolares.

Será el combate que más ingresos genere en la industria del deporte, con alrededor de 500 millones de dólares, según los organizadores; 300 millones de los cuales se los repartirán entre Mayweather (60 por ciento) y Pacquiao (40).

Sólo cerca de 500 boletos para la pelea fueron vendidos al público. La promoción tomó la medida sin precedente de ofrecer entradas de 10 dólares para el pesaje y donar las ganancias a organizaciones de caridad, pero después muchos de esos tickets fueron ofrecidos en reventa por más de 500 dólares durante la semana.

Se ha hablado durante tanto tiempo de este combate que ahora la gente está muy entusiasmada y dispuesta a pagar cualquier precio por verlo, dijo Oscar de la Hoya, uno de los pocos boxeadores que ha peleado con Mayweather y Pacquiao.

Si se trata de un fracaso, entonces realmente podría afectar el boxeo, pero si es una pelea emocionante que la gente quiera ver de nuevo, podría llevar el pugilismo a nuevas alturas, anotó.

El mexicano Juan Manuel Márquez, uno de los cinco peleadores que ha enfrentado a Manny y Floyd, aseguró que la única posibilidad que tiene Pacquiao de ganar será en los primeros cuatro o cinco asaltos, pues de no lograrlo, correrá el riesgo de ser conectado por el Money el resto de la pelea.

Dinamita enfrentó a Mayweather en 2009 y fue vencido por amplia decisión unánime, mientras que con Pacquiao tuvo peleas en 2004, 2008, 2011 y 2012, cuando lo noqueó, antes un empate y dos controvertidas derrotas.