Sindicatos de la industria automotriz formarán una red de intercambio de información y apoyo para las revisiones salariales y contractuales en ese sector.

Lo peculiar del encuentro, sin precedentes, es la participación de centrales obreras dominantes, así como grupos de trabajadores independientes e incluso los que actualmente se hallan en procesos legales por la titularidad de contratos.

Los obreros de esta naciente red pertenecen a empresas ensambladoras de diversas marcas. Otra novedad es que esta unión se forma, por primera vez, no para atajar los efectos de la crisis o un alud de despidos, sino ante el continuo crecimiento de esta industria.

El promedio salarial base en la industria automotriz es de 310 pesos al día, más prestaciones. El sector se encuentra ahora a la espera de nuevas inversiones y en una pujante etapa de producción y comercialización de vehículos.

Sin embargo, los representantes de esta red pidieron al gobierno una revisión de la carga fiscal, porque la exención ha disminuido drásticamente en prestaciones. En cambio, el rango impositivo va de 1.92 a 35 por ciento, lo cual los afecta severamente, indicaron.

Hemos decidido constituirnos como la red de sindicatos de la industria automotriz, se indicó en el boletín, presentado en la ciudad de México por Ariel Burgos, de Ford Hermosillo, perteneciente a la Confederación de Trabajadores de México (CTM); Jesús Ramírez, de Nissan Aguascalientes, adherido a la CROM; Carlos Bustos Witrago, de General Motors Silao, y José Luis Solorio, de trabajadores de Honda, cuya planta está en El Salto, Jalisco.

Los propios asesores sindicales afirman que en la industria automotriz hay alrededor de 70 mil trabajadores, aunque si se suman otras etapas de la cadena productiva y de comercialización, así como de actividades directa o indirectamente vinculadas, del sector dependen más de 2.5 millones de trabajadores.

Ariel Burgos dijo que la necesidad de unirse proviene también de la coordinación e intercambio de información de los empresarios de la industria, para fijar aumento salarial y otros parámetros de negociación. Si ellos se unen, los trabajadores también, comentó.

Carlos Bustos dijo que en el lustro más reciente el aumento de la productividad en la industria manufacturera nacional no ha sido equivalente al avance de los salarios. En ese sentido los tecnócratas nos han mentido; ser más productivos no ha significado ganar más. En el periodo 2009-2014 la productividad subió 10 por ciento, lo que no ocurrió con los sueldos, advirtió.

La red quedará legalmente integrada en breve; el entramado promoverá intercambio de información entre sus miembros, especialmente de las prácticas productivas.

También alentará condiciones de competitividad y mediará ante conflictos laborales, con respeto a la ley y a la autonomía sindical.