Jueves 21 de mayo de 2015, p. 28
Millones de pasajeros se enfrentaban el miércoles a largos retrasos durante su transportación en Alemania, tras el comienzo de una huelga de conductores de trenes, que exigen un aumento de salarios y la negociación de los derechos laborales. Los maquinistas de los trenes de pasajeros de Ferrocarriles Alemanes (Deutsche Bahn) se sumaron en la madrugada de hoy a los de mercancías, sumiendo a todo el país en un nuevo caos de transporte.
Unos 6 millones de alemanes enfrentan problemas para transportarse. El sindicato GDL no dio indicios sobre la duración del paro, que comenzó el miércoles. La huelga no sólo afecta los trenes de largas distancia, sino también parte de los sistemas de metro de la ciudad.
En un año este sindicato ha declarado nueve huelgas a causa de disputas salariales, horas de trabajo y el derecho de GDL para negociar a nombre de otros empleados ferroviarios. La compañía de trenes Deutsche Bahn rechazó las exigencias y señaló que dará un servicio contingente en algunas rutas.
Dos de cada tres trenes de larga distancia y cientos de servicios de cercanías se cancelaron después de que el pequeño pero poderoso sindicato GDL extendiera su huelga indefinida a las rutas de pasajeros. El servicio de trenes de carga se mantuvo paralizado el martes.
Novena huelga en 10 meses
Se trata de la novena huelga en diez meses en Deutsche Bahn. La industria ha advertido que el paro de la actividad podría costar a la principal economía de Europa hasta 100 millones de euros (110 millones de dólares) diarios, al dañar su imagen como centro industrial y logístico.
El alcance de la acción ha alarmado a políticos, empresarios y otros sindicatos de un país conocido por sus relativamente armoniosas relaciones laborales, al tiempo que atrajo críticas de la asociación de empleadores BDA y de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB).
Por decirlo suavemente, esto está yendo demasiado lejos
, advirtió el jefe de DGB, Reiner Hoffmann, al periódico Tagesspiegel, al cuestionar la disposición del jefe del sindicato GDL, Claus Weselsky, a alcanzar un acuerdo.
El GDL está tomando a los clientes del Deutsche Bahn como rehenes por razones egoístas para tener más poder
, comentó el presidente de BDA, Ingo Kramer. Los analistas creen que una huelga de diez días en el sector podría reducir en 0.1 puntos porcentuales el PIB alemán en el segundo trimestre.