Guadalajara, Jal.

Familiares de cinco civiles desaparecidos tras los enfrentamientos y el derribo de un helicóptero militar en Villa Purificación el pasado primero de mayo, fueron recibidos por el delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Jalisco, Raúl Martínez Hernández, quien los remitió a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), con sede en la ciudad de México, debido a que esa dependencia investiga el caso y a esa instancia hay que pedirle resultados.

Los familiares fueron citados en la PGR para que les entregaran los exámenes genéticos con los cuales podrán identificarlos como familiares de alguno de los ocho cadáveres reconocidos por la dependencia federal a raíz de los enfrentamientos ocurridos el primero de mayo en el contexto de la Operación Jalisco, que tiene como propósito desmantelar al cártel Jalisco Nueva generación y detener a su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

Testimonios de los familiares de los desaparecidos y de habitantes de Villa Purificación coinciden en señalar que ante los hechos ocurridos ese día, el Ejército tuvo varios enfrentamientos en los que presuntamente abatió a decenas de personas, apiló los cuerpos y los abandonó a la intemperie durante dos semanas en el paraje conocido como Villa Vieja, en Villa Purificación.

Rosa Mondragón, esposa de José Antonio Gaona de la Mora, afirmó que en la búsqueda de su marido ella estuvo el 4 de mayo en Villa Vieja, y aunque los militares le impidieron el paso y amenazaron detenerla si insistía, logró ver los cuerpos de personas muertas, apilados tras el cerco castrense.

Ese día vi muchos cuerpos amontonados, como 40, dijo Mondragón antes de entrar a la reunión con el delegado de la PGR junto con otras cuatro familias que también reclaman la entrega de los cuerpos, 19 días después de su desaparición.

Dijo que en Villa Purificación muchas personas saben del presunto tiradero de cadáveres y tienen familiares o conocidos desaparecidos desde el primero de mayo, pero no se atreven a reclamar por el temor que les causa la presencia militar en todo el sur de Jalisco.

Hay mucha gente desesperada en Villa Purificación, mataron a muchas personas por puro coraje, gente inocente. Además, el ganado muere de sed porque no permiten que sus dueños les lleven agua, es una cosa espantosa. Por eso quiero dirigirme al presidente Enrique Peña Nieto para que se fije en lo que está haciendo el Ejército Mexicano, agregó la mujer, madre de cuatro hijos de nueve a 16 años de edad.

Aseguró que su esposo no trabajaba para el cártel criminal, sino en la minería en Villa Purificación, municipio al que acudía desde Ciudad Guzmán, donde residía con su familia hasta que estuvo en el lugar equivocado ese primero de mayo.

Javier Díaz, abogado de las cinco familias que buscan a sus parientes desaparecidos entre los ocho muertos que reconoce la PGR, afirmó que la respuesta del delegado Martínez Hernández al enviarlos a la Seido aumenta la victimización de los familiares, la mayoría gente muy humilde.

Estamos desconcertados ante la respuesta. Se trata de gente de escasos recursos y no sabemos cómo le va a hacer para trasladarse (a) la ciudad de México, cuestionó.

Dijo que la prioridad sigue siendo encontrar los cuerpos de los desaparecidos y obtener el resultado de las necropsias practicadas en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), tras lo cual se procederá, si su hipótesis se comprueba con ese peritaje u otro independiente, a presentar denuncias en caso de que hayan sido torturados o ejecutados.

Tras salir de la PGR, familiares y abogados acudieron al IJCF, donde insistieron en que les permitan ver los cuerpos que tienen en el instituto, pero la autoridad rechazó la solicitud y también los remitió a la Seido.