Viernes 22 de mayo de 2015, p. 40
El cáncer colorrectal es cada vez más frecuente debido a que está asociado con diabetes, obesidad, alto consumo de grasas y dieta baja en fibra, por lo que ya ocupa el cuarto lugar en incidencia de casos y mortalidad en México.
Debido a la falta de información sobre el tema y a que algunos de sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades, los pacientes suelen recibir un diagnóstico cuando el cáncer ya está en etapas avanzadas y ha hecho metástasis a órganos como pulmones, hígado y estómago.
Se calcula que entre 50 y 60 por ciento de los pacientes desarrollarán metástasis, lo cual reduce su pronóstico de vida.
En conferencia de prensa, en la farmacéutica Bayer presentó una molécula oral innovadora
que aumenta la sobrevida de los pacientes de esa enfermedad, la cual está en proceso de aprobación ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios para ingresar al cuadro de las instituciones públicas de salud, Consuelo Díaz, oncóloga adscrita a la unidad de tumores gastrointestinales del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), destacó que, además de los estilos de vida poco saludables, también influye el factor genético.
Exámenes periódicos
Dijo que cada año se reciben en el Incan entre 350 y 400 pacientes de cáncer colorrectal, y la mitad de ellos llegan en etapa metastásica
, sobre todo porque la estrategia de detección temprana no está bien establecida, debido a que algunos síntomas pueden confundirse con otras patologías, sobre todo inflamatorias, colitis o hemorroides, además de que generalmente es una evolución indolente y asintomática
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Comentó que la prevalencia de cáncer colorrectal va asociada a factores de riesgo como vida sedentaria, dieta rica en grasa, alcoholismo, tabaquismo y obesidad, por lo que la recomendación es llevar una dieta balanceada, comer en cantidad moderada grasas y carnes rojas, tener una ingesta adecuada de líquidos, control del peso y hacer ejercicio
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Dijo que también inciden causas internas y genéticas, como el desarrollo de pólipos (los que pudieran constituir una lesión premaligna) en el intestino o lesiones con marcación genética alterada debido al gen APC
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Subrayó que en estos casos se sugiere evitar factores externos, y quienes tengan un familiar directo con esta enfermedad deben realizar una colonoscopía, la cual si sale normal debe repetirse cada tres años o cada año si es que hay algún indicio de alteración, y después de los 50 años de edad realizar una prueba de sangre en heces
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