Torreón.

Con cuatro goles de Javier Orozco, el Santos Laguna no tuvo piedad de los Gallos Blancos y los goleó por aplastante 5-0, con lo que prácticamente aseguró el título del torneo Clausura 2015.

El Chuletita Orozco igualó el récord de anotaciones en finales que había conseguido Gustavo Nápoles en la final Chivas-Toros Neza de 1997. Se trata de la primera vez que el delantero anota cuatro goles en un partido en su carrera. El otro tanto fue del argentino Diego González.

Además de los cuatro tantos de Orozco, Santos consiguió una ventaja que parece insuperable gracias a una buena actuación del africano Djaniny Tavares, acertados lances del portero Agustín Marchesín y a una débil defensa queretana.

Es la noche de mi vida, admitió Orozco, quien recordó la final de último momento que perdió con Cruz Azul ante las Águilas. El futbol da revancha y después de lo sucedido contra América esto es un premio.

Por su parte, el técnico Pedro Caixinha aclaró que para el partido de regreso, el domingo en La Corregidora, saldrán a jugar con seriedad y humildad. No nos confiamos y allá también vamos a tratar de ganar.

El astro Ronaldinho empezó el juego en la banca y entró para el segundo tiempo, pero pasó de noche en su primera final en el futbol mexicano, mientras los asistentes al estadio Corona festejaron como si ya tuvieran el título en la bolsa.

El gol llegó al 4. En jugada por el centro, Néstor Calderón abrió a la izquierda, donde Tavares superó al arquero con un centro rasante al área chica, donde El Chuletita Orozco sólo punteó para marcar el 1-0.

Después el juego se realizó a media cancha, sin llegadas con claridad, hasta que cayó el 2-0 al minuto 26. Fue en un doble error de la defensa queretana, primero cuando Volpi tomó con la mano un balón que le retrasó un compañero, por lo que el árbitro Alfredo Peñaloza marcó tiro indirecto dentro del área. El centro fue templado a la altura del manchón penal, donde Orozco conectó un gran testarazo a media altura, a la derecha de Volpi.

Contundente 3-0

Al minuto 32, el cuadro de La Comarca llegó por la derecha con un centro de José Abella, Tavares prolongó con la cabeza al área chica, donde El Chuletita marcó triplete con un punterazo al anticiparse al central Miguel Martínez. Un 3-0 contundente, mientras Ronaldinho y Sinha reflejaban su malestar y tristeza en la banca.

El cuadro de Víctor Manuel Vucetich, visiblemente afectado, no trató de ir al frente, sino que se preocupó más en cerrar espacios en la defensa para ya no recibir más anotaciones, mientras los fanáticos festejaban con la clásica Ola.

El Rey Midas trató de levantar el ánimo y el futbol de su escuadra con el ingreso al segundo tiempo de Ronaldinho. Sin embargo, fue el santista Diego González el que estuvo cerca de aumentar, en un disparo rasante que pasó cerca del poste derecho, mientras los defensas queretanos siguieron sin encontrar la marca al veloz Tavares.

Dinho trató de meterse al juego y de orquestar los ataques de su escuadra, pero no tuvo trascendencia.

Querétaro se volvió a acercar a la hora de juego, en un disparo de Da Silva que Abella logró tocar y el balón llegó sin fuerza a los guantes de Marchesín.

Sin embargo, el lapidario 4-0 llegó al 62, en un contragolpe por derecha comandado por el veloz Tavares, quien entró al área y tocó al centro, donde Orozco punteó sin problemas ante la frágil defensa visitante.

El Tito Villa se volvió a acercar en un disparo que iba a gol, pero Marchesín siguió en plan grande y desvió con las uñas.

Tavares, de Cabo Verde, salió cambio al minuto 74. El público lo premió con ovación luego de su gran juego.

Ya en plena debacle de Gallos, el 5-0 llegó al 79, en desborde por izquierda y centro al área, donde el Pulpo González remató con la cabeza ante nula marcación de los centrales.

Todavía el arquero Volpi salvó el sexto, al desviar un tiro peligroso de Carlos Izquierdoz.

Caixinha relevó a Orozco en el 86 y los fanáticos lo despidieron como héroe.

Por su parte, el timonel visitante, Víctor Manuel Vucetich, admitió que cometimos errores en la defensa, nos faltó convicción y orden, y en nuestro estadio trataremos de cerrar con dignidad.