Querétaro.

En una misión que parece imposible, Querétaro está a obligado a derrotar por diferencia de cinco goles a Santos Laguna para empatar el global, o de seis para arrebatarle el título, en el partido de vuelta del torneo Clausura 2015.

Los últimos 90 minutos de esta temporada se disputarán sobre la cancha del estadio La Corregidora, con el silbante Fracisco Chacón como encargado de aplicar el reglamento.

Una verdadera pesadilla fue la que vivió el cuadro de los Gallos Blancos en el juego de ida de esta serie, en el que todo estaba definido prácticamente en el primer tiempo, cuando ya estaban abajo en el marcador por tres goles. Era una desventaja pesada, aunque había posibilidades de revertir.

Sin embargo, dos anotaciones más al cuadro queretano representa una loza casi imposible de quitarse y necesita algo más que un partido perfecto para mantener sus aspiraciones al título.

En caso de lograrlo, sería la proeza más grande en una final del futbol mexicano, ya que la desventaja más importante que un equipo ha sido capaz de remontar fue en el Prode 85 cuando América cayó 4-1 en la ida ante Tampico Madero, pero en la vuelta lo venció 4-0 para alcanzar el tricampeonato.

En el duelo de ida los de la Comarca Lagunera aprovecharon todas las ventajas que dio su rival para conseguir un marcador que es prácticamente definitivo para alcanzar su quinto campeonato en la primera división.

La velocidad del de Cabo Verde, Djaniny Tavares, el momento de Néstor Calderón y la contundencia que ha encontrado Javier Orozco serán un arma letal ante los espacios que seguramente dejarán los Gallos Blancos en su afán de ir al frente.

Para levantar el trofeo, a los de Torreón les basta cualquier empate, el triunfo o hasta perder por cinco goles, ya que eso obligaría al alargue. Una derrota por seis o más les arrebataría el título.

Por su parte, el portugués Pedro Caixinha quiere convertirse en el noveno técnico de Europa en conquistar un título de liga en el futbol mexicano, algo que no sucede desde hace más de 30 años.

El primero que lo logró fue el austriaco Ernest Pauler, quien en la primera temporada del futbol profesional (1943-44), lo logró con el desaparecido Asturias.

Uno de los estrategas del viejo continente más exitosos ha sido el Bombero, el húngaro Arpad Fekete, quien conquistó tres campeonatos, dos con Guadalajara y otro con el Oro.

El último europeo que llevó al título a un cuadro mexicano fue el serbio Velibor Bora Milutinovic con Pumas en la temporada 1979-80.