Roma.

La agricultura familiar debe impulsar la erradicación del hambre, el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza rural de América Latina y el Caribe, señaló este jueves aquí el representante regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Raúl Benítez.

Agregó que es fundamental mantener la agricultura familiar en el centro de las políticas públicas de los gobiernos, como forma de garantizar la seguridad alimentaria, el desarrollo rural territorial y la reducción de la pobreza en la región.

Según la organización, en los últimos años los países latinoamericanos han sabido valorar y fortalecer los aportes del sector, por medio de instrumentos como el Programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la Economía Campesina y la política de Desarrollo Rural Integral en varias naciones del continente.

La iniciativa regional trabaja con énfasis en ocho países prioritarios (Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Paraguay).

El papa Francisco, durante una reunión con delegados de la FAO, señaló: el acaparamiento de las tierras de cultivo por empresas multinacionales y estados preocupa cada vez más, porque afecta tanto a agricultores como la soberanía de los estados. En numerosas regiones, los productos alimentarios parten al extranjero y la población local se empobrece doblemente porque no tiene ni alimentos ni tierra.