Desde su promulgación, la Constitución de 1917 ha sido objeto de 600 reformas y 110 decretosderivados. El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados informó que tales cambios desaparecieron figuras legales, cuya reincorporación valdría la pena repensar.

José Miguel Madero Estrada, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Nayarit, señaló en un coloquio que una las reformas más importantes en los últimos años a la Constitución fue la inclusión de un catálogo de derechos fundamentales, amplio y vanguardista. Estas garantías están tuteladas por la Constitución, para reclamarlas por la vía judicial, pero el gran problema es que perviven notas discordantes entre el constitucionalismo local y el general.

Giovanni Figueroa, investigador de la Universidad Panamericana, refirió que la concepción normativa de la Constitución evidencia que no basta con consagrar su superioridad con la simple enunciación de la rigidez constitucional: La supremacía debe, aparte de ser enunciada, estar garantizada no sólo por órganos políticos sino también jurisdiccionales.

Argumentó que sólo las cartas magnas que tienen garantías ju­risdiccionales para su defensa pueden adquirir el calificativo de verdaderas constituciones, por lo que las que no cuentan con dichos instrumentos se encuentran en un estado de fragilidad considerable.