Guadalajara, Jal.

En la arquidiócesis de Guadalajara varios sacerdotes han sido acusados de pederastia, reconoció el cardenal Francisco Robles Ortega. Afirmó que tales incidentes se suman a los escándalos descubiertos la semana pasada en la diócesis de Autlán, que incluyeron la detención de un párroco y la renuncia del obispo del lugar.

Han sido dos o tres casos (de pederastia), añadió Robles Ortega, quien afirmó que uno se resolvió cuando el acusado fue separado en definitiva de su ministerio, tras comprobarse el delito.

Explicó que cuando un obispo recibe una queja por abuso infantil se toma nota y se llama al acusado para enterarlo del reclamo, pero, independientemente de si el obispo superior del clérigo implicado la acepta o no, el jerarca debe tomar la medida preventiva de retirar de su ministerio al sacerdote señalado.

Agregó que el caso se envía al Vaticano, que instruye una causa y resuelve, mientras la familia de la víctima está en su derecho de presentar una denuncia penal.

Según Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los casos que ha conocido fueron atendidos y se resolvieron conforme al derecho canónico y a las leyes civiles, sin que él tenga en su conciencia haber protegido a alguno de los acusados.

Sobre la renuncia del obispo de Autlán, Gonzalo Galván Castillo –a mediados de la semana pasada–, a quien se señala de proteger al cura Horacio López, agresor sexual de un niño de 11 años, el cardenal evitó opinar y consideró que el obispo ejerció un derecho contemplado por las leyes de la Iglesia católica.

En cuanto a la detención de un sacerdote, también de la diócesis de Autlán, por abusar sexualmente de una niña de 11 años en el pueblo Punta Pérula, el viernes pasado, el cardenal mencionó que se trató de un delito que se debe perseguir, pero no sólo en contra de los curas, sino entre los mismos familiares de la víctima.

Durante la homilía de ayer en la catedral de Guadalajara, Robles Ortega se refirió a las uniones entre personas del mismo sexo. Bajo el supuesto de que no oponerse no significa estar a favor, dijo que la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de hacerla legal no eleva a la unión homosexual a categoría de matrimonio, sino que se está rebajando la categoría de matrimonio a una mera unión homosexual.

Negó que esa arquidiócesis o la CEM armen por ahora un plan opositor legal contra el dictamen de la SCJN, aunque en días recientes laicos comprometidos de varios estados del país se reunieron en Guadalajara para conformar un frente contra los matrimonios gays, convocado por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez.