La maldición
remenda Chile, frustrada Argentina. Bellísimo partido de futbol en el estadio Nacional de Santiago de Chile. Al mejor futbolista de la actualidad, Lionel Messi, no le cabía la decepción en el rostro. Una vez más fracasó junto con su selección. Le hace falta una limpia. Sólo en Cuba y Haití encontrará remedios mágicos a su maldición con la albiceleste.
Bellísimo partido. Trepidante, sin concesiones, con unos jugadores que más parecían gladiadores. Duelo argentino en los banquillos con Sampaoli y Martino. Tácticas similares y el hambre común por llevarse el trofeo a casa.
Ganaron los anfitriones y lo hicieron en buena lid. Es un equipo muy bravo con jugadores de talento que se entregan sin reservas. Admirable selección.
Imposible sustraerse a la infinita tristeza del astro Messi. Llegó a Chile desde una fantástica temporada en el Barcelona –Liga, Copa y Champions– y una vez más sucumbió junto con unos jugadores fuera de serie.
Es lo bonito del futbol. De vez en cuando los pronósticos son reventados por la terca realidad que no conoce de expertos ni de favoritismos a priori.
De nada sirvieron las filigranas y el espíritu de lucha de Messi. Enfrente deslumbró Alexis Sánchez, hombre incansable, encarador y dueño de una calidad nada despreciable.
Ganó Chile la Copa América por primera vez en su historia, y lo hizo con todo merecimiento. Mostró una consistencia envidiable.
Ya quisiera el Tri gozar esa fortaleza de carácter. No es el caso. Nuestro director fundador, Carlos Payán, sostiene que hay individuos y colectivos que le tienen miedo al éxito.
Los hechos le dan la razón. Ese negativo fenómeno se da en todos los ámbitos, personales y colectivos. Se parece a la maldición que pesa sobre Messi cada que se enfunda en su albiceleste playera.
Por supuesto que al enorme jugador rosarino no le da miedo ganar y ser exitoso. Ahí están sus triunfos europeos. Pero hasta ahora no ha podido evitar los cortocircuitos con la selección argentina. Algo le afecta cuando se enfunda esa camiseta.
Suena casi imposible que logre ganar un Mundial. El tiempo cobra cuentas y él ya va contra el reloj. Quedará un peldaño abajo del enorme Diego Armando Maradona, que sí ganó un Mundial con un equipo aparentemente más débil.
Es su maldición.
Twitter:@josetxoZ