Con el argumento de que era asunto de seguridad nacional, pública y de los funcionarios, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) canceló la posibilidad de conocer los viajes que realizó el ex director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld.

Al resolver la solicitud de información sobre las bitácoras de vuelo de las aeronaves de Conagua reservó lo concerniente a origen, destino, hora de llegada y de salida de cada una.

Tras un debate de tres horas, que dividió a los comisionados, la mayoría encabezada por el mexiquense Rosendo Monterrey y la presidenta, Ximena Puente, se cerró la puerta a conocer el uso que daba Korenfeld a las aeronaves. Cabe recordar que el escándalo que provocó el uso personal que hiciera para llevar a su familia y a él al aeropuerto para iniciar un periodo vacacional, motivó la defenestración pública, su renuncia y la sanción de la Secretaría de la Función Pública.

En la sesión se resolvieron tres peticiones similares sobre las bitácoras de las aeronaves bajo la gestión de Korenfeld, dos proyectos de los cuales –de Areli Cano y Mauricio Guerra– se pronunciaban por abrir la información. A Monterrey correspondió sustentar la decisión al introducir cambios mínimos a los proyectos, por razones de seguridad nacional, a fin de eliminar de ellas el origen, destino y horarios de salida y llegada, que finalmente se impondría por cuatro a tres.

Ello podría derivar en patrones de traslados de estas aeronaves, y de quienes viajan en ellas, a efecto de que corran riesgo, insisto, tanto la seguridad y la vida de las propias personas que son trasladadas. Junto con él se sumaron Patricia Kurczyn y Francisco Javier Acuña, quienes conformaron la mayoría para cancelar la posibilidad de transparentar los viajes de Korenfeld.

Kurczyn llevó el asunto hasta el Consejo de Seguridad Nacional, instancia que reconoció que los temas del agua son asunto de seguridad nacional y que consideró que la actividad de seis áreas administrativas de Conagua, incluida su dirección general, forman parte de estas restricciones, argumentación similar a la de Puente.

Se dijo preocupada porque de transparentarse la información podría entorpecer las actividades del personal de Conagua, en específico de aquellos que laboran en las unidades administrativas señaladas como de seguridad nacional y se podría colocar en riesgo la vida de las personas que sean transportadas al hacer pública la ubicación.

La comisionada Areli Cano reprobó que se pretendiera incluir como seguridad nacional todo lo concerniente a Conagua, cuando está claro que la clasificación del agua en este rubro obedece al manejo estratégico del líquido, a sus instalaciones prioritarias y a la operación de la infraestructura, no al ámbito administrativo.

El comisionado Joel Salas consideró que su divulgación no pone en riesgo la integridad física del personal ni la integridad de la infraestructura de carácter indispensable de Conagua. Las bitácoras no contienen a detalle las actividades de supervisión o vigilancia, motivo de los vuelos, ni especificaciones técnicas de las instalaciones. Citó que hay precedentes de que se abrieron las bitácoras de vuelos relacionados con la Comisión Federal de Electricidad recientemente.

Guerra fue claro: la pretensión era conocer el uso de las aeronaves por Korenfeld, después del escandaloso caso que le costó el puesto y no decirlo, pues es como leernos la mano entre gitanos. Está claro que las evidencias en redes sociales dan cuenta del uso indebido que hizo de las aeronaves y que ese era el sentido de las solicitudes de información que se pretendía reservar.