El pintor, activista y mecenas nacido en Juchitán cumplirá 75 años el próximo viernes
En charla con la prensa informó sus puntos de vista en torno a la construcción del centro de convenciones en el cerro del Fortín
El beneficiario de los proyectos culturales he sido yo
Son deseos, pero siempre algo me saca de la casa cuando me propongo trabajar más en mi obra. Me encuentran aquí (en el Iago, que fundó) todos los días, tomando café y buscándoleFoto Jorge A. Pérez Alfonso
Martes 14 de julio de 2015, p. 4
Oaxaca, Oax.
El maestro Francisco Toledo (Juchitán, 1940), quien cumplirá 75 años el próximo viernes, expresó ayer: “¿Festejar?, ¿qué vamos a celebrar si se escapó El Chapo?”
Después de la rueda de prensa a la que convocó para dar a conocer sus puntos de vista respecto del conflicto en torno a la construcción de un centro de convenciones en el cerro del Fortín, Toledo charló con la prensa sobre su labor artística.
Dijo sentirse, en el aspecto físico, cansado: Como ustedes saben, me caí de una escalera; me fui de espaldas, me afectó mucho, la columna, una pierna. Aparte, el corazón, la vesícula, el hígado, los riñones, todo mal
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Acerca de su próximo cumpleaños, insistió en que él no festeja, no lo acostumbro. Son los otros los que me festejan; para mí es un día como cualquier otro, pero es el pretexto para reunirse con la familia, tomar un refresco y ya
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Toledo señaló que apoyar proyectos culturales y editoriales le deja gran aprendizaje: El beneficiado he sido yo; siempre lo he dicho, porque cuando se tiene una biblioteca que formar y construir se tiene que leer, buscar libros de arte, de literatura. También me ha dado la satisfacción de ayudar a otras personas que han aprovechado este material
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Recordó que llegó a la capital de Oaxaca a la edad de 13 años: “En 1953 era una ciudad de provincia, pequeñita, sin alumbrado público o muy limitado. No había galerías y había apenas dos bibliotecas. Me tocó conocer la biblioteca de Bellas Artes, muy pobre, pero con unos títulos que me abrieron el mundo de la pintura. Con tan poca información era muy difícil aprender sobre ese tema. Si no se salía a México o a otras ciudades, no te enterabas de lo que estaba pasando y en Oaxaca aparentemente nada ocurría.
Eso fue lo que me marcó: haber crecido con muy poca información y elementos para formarme. Por eso, cuando tuve posibilidades empecé a crear estos centros. Me siento contento, ya cumplí con un propósito y sanseacabó.
Todos aportamos, nadie es el mejor
Toledo reconoció que ya no tiene suficiente energía y que sus posibilidades económicas son limitadas para lanzarse a edificar otros proyectos como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Iago) o el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo: “Ya no puedo, pero bueno, el proyecto que se formó a partir del hallazgo de Las fábulas de Esopo y se empezó a traducir al zapoteco, eso me interesa mucho y vamos a seguir apoyando. Necesitamos más maestros y textos para que ellos tengan qué enseñar. Nos vamos a asociar con una normal bilingüe para de ahí sacar a los maestros que nos ayuden a difundir nuestros materiales”.
Respecto de su retiro definitivo del activismo social dijo: Son deseos, pero siempre algo me saca de la casa cuando me propongo trabajar más en mi obra. Me encuentran aquí (en el Iago) todos los días, tomando café y buscándole
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Toledo reveló que la vez que ha estado más cerca de morir fue cuando en Juchitán acompañó a un fotógrafo a cubrir un acto y tuvimos que salir a carretera. Ahí estaba un grupo de jóvenes en La Ventosa, nos sacaron con violencia del auto, nos jalaron y golpearon, pero antes destruyeron el coche a machetazos, con nosotros dentro. Tuvimos mucho miedo
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Dijo que no es el artista más importante de México, son cosas que la gente dice por decir
, continuó. “Hay artistas de otras generaciones que son muy buenos: Vicente Rojo o Manuel Felguérez, o jóvenes que están buscando y tienen otra importancia. No se puede juzgar a alguien y decirle ‘el más grande’ o el más nada. Todos estamos aportando y haciendo cosas”.