Tokio.

El cineasta de animación japonés ganador del Óscar, Hayao Miyazaki, instó ayer al gobierno de su país a que continúe el pacifismo de 70 años del país desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

El director de cine pidió al gobierno que cancele un plan para construir dentro de Okinawa un remplazo de la controvertida base aérea estadunidense Futenma y un paquete legislativo sobre seguridad que permitiría a las fuerzas de defensa japonesas ejercer el derecho a la defensa colectiva.

Miyazaki, quien también es representante conjunto del Fondo Henoko, cuyo propósito es apoyar los esfuerzos de Okinawa para detener la construcción de remplazo en Henoko, dijo en conferencia de prensa en uno de sus estudios en Tokio que desea dar a conocer a tanta gente como sea posible la realidad que enfrenta la isla japonesa, el problema de las bases estadunidenses y el enorme deseo de los residentes de que se retiren dichos enclaves.

Más de la mitad de la población se opone a la construcción de la nueva instalación de Henoko, dijo el director de cine. Okinawa hará todo lo que esté en su poder para detener esa edificación.

Los gobiernos japonés y estadunidense acordaron construir un remplazo en el área costera de Henoko, en la prefectura insular ubicada en el extremo sur de Japón, Okinawa, para la base aérea estadunidense Futenma, que se localiza en un área poblada en la ciudad Ginowan de la prefectura.

Sin embargo, el plan enfrenta la fuerte oposición del gobierno y los residentes locales, porque la prefectura, que sólo constituye menos de uno por ciento del territorio japonés, alberga a 70 por ciento de las bases estadunidenses. Además, se considera que éstas constituyen un gran obstáculo para el desarrollo económico local.

Sin tomar en cuenta que la nueva instalación militar en Henoko incrementaría la disuasión militar japonesa, Miyazaki dijo que la base sólo se convertiría en un nuevo blanco en un conflicto.

La preocupación del cineasta retirado hace eco a un número de expertos japoneses, a quienes les preocupa que Japón se convierta en un blanco de hostilidades si el Parlamento aprueba esta misma semana una serie de iniciativas de ley orquestadas por el bloque gobernante de Japón destinadas a permitir que las Fuerzas de Autodefensa del país participen en conflictos armados en el extranjero.

Cuando estalló la guerra iraquí, un analista político de Reino Unido se presentó en un canal de televisión japonés y resumió que el resultado de esta guerra causaría una gran agitación en el mundo, recordó Miyazaki. El primer ministro debe tener en mente este comentario cuando promueva sus políticas, agregó.

La dirección en la que está avanzando es exactamente la contraria a la que debería, comentó el famoso animador de 74 años de edad.

“Los políticos tienen un bajo nivel y su verdadera naturaleza ha surgido. Quedan en evidencia sus verdaderos colores y su baja calidad. Es una gran tristeza", afirmó Miyazaki.

Subrayó que Japón lanzó una guerra de agresión en el pasado contra China y que el hecho histórico no es negociable y es imborrable. Por tanto, urgió a Abe a que incluya la reflexión japonesa sobre los grandes sufrimientos que generó a China en tiempos de guerra en la declaración que va a emitir el mes próximo para conmemorar el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.

La historia de una oruga

El maestro japonés de la animación Hayao Miyazaki anunció este lunes que está trabajando en un cortometraje que cuenta la existencia de una oruga.

Se trata de un dibujo animado de unos 10 minutos realizado íntegramente con imágenes digitales, según precisó su amigo y productor Toshio Suzuki, el pasado fin de semana.

Hasta ahora, el director de películas de animación (Mi vecino Totoro y El viaje de Chihiro, entre otras) siempre había dibujado sus animaciones a mano, utilizando las imágenes digitales sólo de forma parcial.

Me dedico actualmente a un proyecto de dibujo animado sobre una minúscula oruga que vive sobre una hoja, una oruga tan pequeña que un capirotazo podría quitarle la vida, explicó.

El dibujo animado, que debería necesitar tres años de trabajo, según Suzuki, se proyectará en exclusiva en el museo Ghibli, en Mitaka, en las afueras de Tokio.

Es una adaptación de una historia que Miyazaki tenía previsto contar en un largometraje antes de lanzar La princesa Mononoke, estrenada en 1997 en Japón.

El director anunció en septiembre de 2013 que no volvería a hacer películas de animación para el cine, pero que no dejaría de trabajar. Para mí, la realización de largometrajes se acabó, explicó entonces, y aseguró que no dejaría de ir a los estudios cada día.