Joaquín El Chapo Guzmán no suscribió en febrero pasado la denuncia que un grupo de 137 internos recluidos en el penal del Altiplano interpuso ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por ‘‘malas condiciones de internamiento’’ de que habrían sido víctimas.

La misma comisión informó que, tras la recepción de la queja, personal del organismo se trasladó al penal para conocer de la situación, ‘‘entrevistándose con el señor Joaquín Guzmán Loera’’, quien dijo que ‘‘no había firmado escrito alguno y no tenía queja contra el centro’’.

Además, la CNDH informó que ese asunto está ‘‘totalmente concluido’’, por no existir materia para seguir conociendo del mismo, y que desde el 30 de abril esto fue notificado a los internos, a quienes también se les orientó para que en caso de existir alguna queja la hicieran llegar a la comisión con la precisión de los hechos que consideraran violatorios a derechos humanos.

En la queja inicial, las inconformidades fueron por el desempeño del director general y del director técnico de ese Cefereso, relacionados con la prestación del servicio médico y desabasto de medicamentos, así como malas condiciones de internamiento, entre otros.

Para su atención, personal de la CNDH acudió a dicho centro penitenciario con el fin de entrevistarse con los internos firmantes de las quejas y advirtió que de los 137 nombres en ellas señalados, 12 no cuentan con registro de que hayan estado alojados en dicho penal; nueve personas obtuvieron su libertad en fecha anterior a la presentación de las quejas, mismo caso de cuatro más trasladados a otro centro federal, y varias de las firmas que aparecen en los escritos no coinciden con las que obran en documentos oficiales signados por los internos.

Durante la visita a ese centro, el personal de la CNDH entrevistó al azar a 21 internos, de los cuales cuatro refirieron que sí firmaron la queja y están inconformes con lo señalado; siete precisaron que sí firmaron para obtener atención médica y desconocen el contenido del escrito, porque sólo firmaron una hoja, y diez manifestaron que no firmaron ni tienen queja alguna.

‘‘Al respecto se entrevistó, entre otros, al señor Joaquín Guzmán Loera, quien señaló que no había firmado escrito alguno y no tenía queja del centro’’, señala el comunicado emitido hoy por la CNDH.