El gobierno federal continúa sin precisar el tiempo transcurrido entre la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán –ocho minutos antes de las nueve de la noche del sábado 11– y el momento en que el primer custodio se percata del hecho e informa a sus superiores, y éstos a su vez comunican lo sucedido a los directores del sistema penitenciario federal y demás funcionarios de alto nivel.

En uno de los tres videos presentados anoche por el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, se observa a El Chapo con cabello, contrario a la imagen con la cabeza rapada que presentó el pasado lunes la Procuraduría General de la República (PGR) como mecanismo de difusión para ayudar a la localización del capo del cártel de Sinaloa.

El funcionario aseveró, al término del mensaje emitido ante medios de comunicación, que no renunciará, aunque la lista inicial de los directores separados de su cargo podría crecer. ‘‘Se harán las investigaciones y con base en ello se irán tomando las decisiones a que haya lugar’’, comentó en breve entrevista.

–¿Usted permanecerá en el cargo? –se le preguntó.

–Eso no lo defino yo. Tengo la encomienda del secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio) de forzar toda la maquinaria para que a la brevedad podamos tener resultados satisfactorios. Esa es la intención. Esa es la instrucción que tengo del señor secretario.

Antes, Rubido sólo hizo un listado de procesos ocurridos la noche del sábado pasado, pero no detalló las horas de cada paso de los protocolos de seguridad, luego de que Guzmán Loera hace los últimos movimientos antes de agacharse en el área de la regadera, donde hay una barda de aproximadamente metro y medio, punto ciego para la videocámara de la celda número 20.

Comentó que la PGR analiza si esos protocolos se siguieron a cabalidad y, en su caso, si existe incumplimiento, retraso u omisión. Si así fuera, ‘‘los responsables habrán de enfrentar a la justicia’’.

Precisó: ‘‘Existen 26 puertas para llegar a la celda 20, que es la última del pasillo dos, en la zona de atenciones especiales. Está en uno de los extremos del penal, que es el más resguardado, el más vigilado’’.

En el mensaje explicó la mayoría de los datos ya expuestos la víspera por el secretario de Gobernación; mencionó la incapacidad del brazalete de localización para ser útil fuera del penal, como ocurre con quienes enfrentan los procesos en libertad.

En cuanto a los protocolos a seguir, Rubido dijo que desde el momento en que ocurrió la fuga ‘‘la alerta se emite en cuanto el personal se percata de la ausencia del recluso’’ (aunque no dice cuántos minutos u horas transcurrieron desde las 20:52 con 15 segundos, cuando se ve por última vez a El Chapo con cabello y ataviado con camisa y pantalón holgados color caqui), respecto del instante en que el primer círculo de custodios se dio cuenta del hecho.

‘‘El protocolo establece que el personal que lo detecta envíe un mensaje, vía radio, con el código rojo especificando el área donde se presenta el evento; el código rojo implica que de inmediato se asegure a la población interna y se suspenda toda entrada y salida de personas del centro federal.

‘‘Señala que el comandante de la compañía, el comandante de la zona de conflicto y el director de seguridad acudan de inmediato al área para verificar inmediatamente que falta el interno’’. Aquí tampoco dio horas y minutos de las acciones. Después de ello, agregó, se hace un pase de lista extraordinario.