La policía dice que se suicidó; suspenden al oficial que la remitió
Jueves 23 de julio de 2015, p. 26
Chicago.
Una mujer negra que murió en una cárcel de Texas en circunstancias sospechosas estaba ahí porque hirió el ego
de un policía, denunció este miércoles su familia. Sandra Bland, de 28 años, fue encontrada muerta en su celda tres días después de haber sido detenida por un policía porque no encendió la luz direccional de su automóvil para cambiar de carril y discutió con el oficial.
Bland es otra más de una serie de afroestadunidenses muertos a raíz de una confrontación con agentes policiales, tras el sonado caso de Michael Brown, el adolescente que murió en agosto del año pasado en Ferguson, Misuri.
La familia se opone a la conclusión de que Bland se suicidó, e insiste en que estaba contenta de empezar un nuevo trabajo y no tenía razón para matarse. Un fiscal local coincidió en que la muerte de Sandra Bland el 13 de julio es sospechosa y abrió una investigación por asesinato para responder a las demandas.
La joven fallecida era militante del movimiento BlackLivesMatter, nacido durante la ola de manifestaciones callejeras que estalló especialmente tras la muerte de un joven negro a manos de un policía blanco en Ferguson.
El oficial, de raza blanca, fue suspendido a nivel administrativo y una investigación inicial concluyó que violó las políticas de cortesía
del departamento y los procedimientos sobre detenciones de tránsito.
Las autoridades dicen que Bland se suicidó con una bolsa de plástico, afirmación que su familia y otros rechazan.
El video difundido el martes por el Departamento de Seguridad Pública de Texas muestra al patrullero cuando detiene a Bland por no encender la direccional. Después de que le entrega una advertencia escrita, el patrullero comenta que la mujer parece irritada. La mujer, residente de Illinois, dice que está irritada porque cambió de carril para permitir el paso del automóvil policial.
El diálogo va subiendo de tono cuando el policía le pide a la mujer que deje su cigarrillo y ésta le pregunta por qué no puede fumar en su propio automóvil. El agente le ordena entonces salir del vehículo. Ella se niega y él le dice que está arrestada. La mujer se resiste y el policía la amenaza con sacarla a rastras y la amenaza con la pistola paralizante.
Cuando Bland sale del vehículo el policía le ordena colocarse al costado de la carretera. La discusión continúa fuera de cámara pero se oyen los gritos de ambos. Al parecer el agente le coloca las esposas y la mujer lo insulta, le grita y se queja porque el oficial le golpeó la cabeza y la arrojó al suelo.