Buenos Aires.

La investigación del atentado terrorista contra la mutual judía (AMIA), cometido hace 21 años en Buenos Aires, enfrentó actividades sospechosas de encubrimiento a los culpables, señaló ayer Roberto Salum, uno de los fiscales a cargo del caso.

Está lo suficientemente claro que hubo actividades tendientes o sospechosas de haber encubierto una determinada parte de la pesquisa, expresó Salum en declaraciones a Radio América.

El próximo 6 de agosto está previsto el inicio de un juicio que buscará aclarar supuestas irregularidades en la pesquisa del atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos y cientos de heridos.

Uno de los juzgados será el actual senador y ex presidente argentino Carlos Menem (1989-1999), a quien días atrás la justicia le impidió salir del país.

También estarán sentados en el banquillo de los acusados, entre otros, el ex juez del caso, Juan José Galeano; el ex director de la Secretaría de Inteligencia, Hugo Anzorreguy; el ex presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, Rubén Beraja, y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.

Entre otras anomalías, se intentará determinar durante el proceso el pago de 400 mil dólares que el ex juez Galeano, según la investigación, ordenó realizar a uno de los acusados del atentado para incriminar a policías en el hecho.