Garantiza que la decisión recaiga sólo en los universitarios
: Xavier Soberón
Miércoles 12 de agosto de 2015, p. 37
El mecanismo existente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para elegir a sus autoridades, entre ellas al rector, si bien no es infalible ni perfecto, ha creado una institución fuerte, garantiza que la decisión recaiga sólo en los universitarios y fortalece la autonomía universitaria
, aseveró Xavier Soberón Mainero, integrante de la Junta de Gobierno (JG) de la casa de estudios.
Desde 1945 la ley orgánica de la UNAM faculta a la JG para nombrar al rector, directores de escuelas, facultades e institutos y a los miembros del Patronato Universitario. Esta instancia está integrada por 15 académicos notables
elegidos por el Consejo Universitario, a propuesta del rector en turno, y en ocasiones muy específicas alguno de sus miembros es nombrado por la propia junta.
En breve entrevista en los pasillos universitarios, Soberón Mainero informó que en los próximos días la JG se reunirá para calendarizar el proceso de sucesión en la rectoría, ya que el próximo 16 de noviembre José Narro Robles concluirá su segundo –y último– periodo en el cargo.
El académico expuso que si bien cada aspirante puede hacer pública desde ahora su intención de contender, “a la Universidad le conviene sólo tener el tiempo razonable y no extender demasiado los periodos de deliberación.
Todavía es un poco temprano, a pesar de lo que ha estado ocurriendo en cuanto a manifestaciones, muy legítimas, de algunos universitarios. Los tiempos de la Universidad requieren todavía de algunos días más.
Interrogado sobre la posibilidad de hacer públicas las discusiones de la JG para elegir a quien ocupará la rectoría de 2015 a 2019, enfatizó que los integrantes de este organismo no lo han analizado, pero nuestro referente fundamental será la Legislación Universitaria. Creo que cumpliéndola a cabalidad haremos un bien a la Universidad
.
El proceso de designación de rector o rectora se inicia formalmente con la emisión de la convocatoria de la JG. A partir de ese momento, la comunidad universitaria, en conjunto, debe manifestar ante los miembros de esa instancia sus apoyos y argumentos en favor de alguno de los aspirantes, etapa conocida como auscultación. Una vez concluida esa primera fase, la JG debatirá y hará públicos los nombres de los candidatos que a su juicio cuentan con los méritos
para el cargo. Los elegidos deberán presentar su proyecto ante los 15 notables, y posteriormente éstos discutirán y votarán en sesión cerrada hasta que alguno de los aspirantes alcance 10 votos o más.
Soberón confió en que el proceso se dé dentro de los cauces universitarios, como ha ocurrido –aseveró– con los últimos nombramientos. Siempre ha habido un comportamiento institucional civilizado, deliberativo, con razonamientos. Es lo que compete y corresponde a una comunidad como la nuestra
.
Exhortó a toda la comunidad universitaria, incluso a quienes han criticado el método de designación de autoridades, a participar en el proceso a fin de fortalecer a la institución. Pueden estar seguros que la deliberación (de la JG) tendrá una visión que busque el bien de la UNAM y del país
.