El cambio de propiedad en la revista The Economist, que se publica ininterrumpidamente desde 1843, puso fin a la participación del grupo inglés Pearson en el sector de medios de comunicación, que ha vivido en los últimos años una profunda transformación de la mano del cambio tecnológico.

Publicación de referencia, The Economist será ahora propiedad mayoritaria de la familia italiana Agnelli, los principales accionistas de Fiat, poseedora del diario La Stampa, de Turín, y mayores accionistas del Corriere della Sera, el periódico de más circulación en Italia.

La venta de la revista se concretó el miércoles pasado. Pearson, que el 23 de julio vendió el total de su participación en el Financial Times al grupo japonés Nikkei, se desprendió de 50 por ciento de las acciones que poseía de The Economist a cambio de 730.6 millones de dólares.

Pearson, también accionista de Penguin Random House, anunció que la venta del Financial Times y de su participación en The Economist obedecía a la decisión de concentrarse en el negocio de vender materiales educativos en los 70 países en que opera –entre ellos México– donde vende textos para todos los niveles escolares, así como contenidos digitales.

Además de los Agnelli, que con la operación aumentaron su tenencia accionaria de 4.7 a 43.4 por ciento en The Economist, otros socios son las familias Rotschild, entre los banqueros más influyentes del mundo; Cadbury, controladora de empresas alimenticias y de bebidas; Layton –uno de sus miembros, Walter Leyton, presidió la publicación–; Schroder, propetarios de una empresa de gestión de fondos que opera desde 1804; empleados y exempleados de la publicación también tienen parte de las acciones.

“Pearson está orgulloso de haber sido parte del éxito de The Economist durante los últimos 58 años, y nuestros accionistas se han beneficiado mucho de su crecimiento”, dijo el miércoles John Fallon, director de la editorial, en un comunicado donde se anunció la venta de la revista.

Hemos disfrutado el haber estado junto a la compañía en su crecimiento hasta convertirse en un negocio global, manteniendo siempre la alta calidad periodística. Ahora Pearson quiere concentrarse en su estrategia educativa global, señaló.