Martes 18 de agosto de 2015, p. 21
El Cairo.
El presidente egipcio, Abdel Fattah Sisi, reforzó este lunes su estrategia antiterrorista
con una ley de excepción que, según sus detractores, pretende amordazar aún más a la oposición e intimidar a la prensa extranjera.
Las medidas fueron dispuestas en un contexto de ataques en cascada contra el ejército y la policía, cometidos principalmente por el grupo yihadista Provincia del Sinaí, la rama egipcia del Estado Islámico (EI).
Un polémico artículo de la nueva ley prevé, en caso de atentados, multas hasta de 50 mil dólares para periodistas y medios de comunicación, incluso extranjeros, que den informaciones contradictorias con los comunicados y balances oficiales.
El proyecto de ley inicial preveía incluso penas de cárcel, pero la reacción del gremio periodístico obligó al gobierno a dar marcha atrás.
La legislación abarca también las redes sociales, donde las voces disidentes son muy activas.
Para los defensores de las libertades el gobierno egipcio busca intimidar a los medios de comunicación internacionales, con gran presencia en El Cairo, y terminar de amordazar a una prensa egipcia que, casi en su totalidad, no deja de elogiarlo.